En el Cordón Umbilical que alimentaba la curiosidad científica y cultural de la Aventura y la Antares, los amigos de Daniel regresaban a su nave hablando sin parar sobre los acontecimientos del breve partido. Muchos estaban decepcionados, otros aburridos, todos esperaban una revancha. Daniel no estaba en ninguno de aquellos bandos, sus compañeros lo habían esperado un par de minutos después de la interrupción del juego, se retiraron cuando supusieron que lo encontrarían más adelante, pero no fue así. Esto alimentó las sospechas que ya habían nacido en la mente de Darko, un tipo lleno de intrigas. Acompañó a tres chicos que se dirigían al camarote donde solían reunirse. En cuanto llegaron y descubrieron que no había llegado su compañero, Darko se aventuró a exponer sus especulaciones. Cerró la puerta mostrando cautela. Volteó a ver a sus compañeros, Aryo sacaba un libro, Emael encendió una pantalla, mientras que Donnie se acomodaba en su litera.
‒ ¿Vieron a ese par de tórtolos? ‒preguntó.
‒ ¿Qué par? ‒se preguntó extrañado Emael.
‒ Si, cuenta, la historia se dice completa o no se dice ‒lo apuró Aryo, mostrando cierta preocupación fingida.
‒ ¿Es lo de Max y Ray? ‒dijo Donnie mientras se daba vuelta en su litera‒ Eso todo mundo lo sabe.
‒ Me refiero a nuestro amigo Daniel ‒afirmó con seguridad Darko.
‒ ¿Daniel? ‒a Donnie le pareció extraño, pues Daniel era muy reservado. De hecho, eso le agradaba a él y comenzaba a sentir cierta atracción hacia su amig, así que el tema le interesó más que a nadie‒ ¿Con quién?
‒ Con la chica que tenía a su lado ‒soltó Darko.
Los tres muchachos quedaron como estatuas, cada uno representando la actividad que estaba realizando al momento en que Darko soltó la frase. Donnie, fue el primero en reaccionar.
‒ ¿Con la chica? ¿Ya pensaste bien lo que dices? ‒A Donnie no le gustaba la idea y casi imploraba en su mente que Darko estuviera equivocado‒. Esto no es una buena broma.
‒ Sí, más vale que te expliques ‒le urgió Aryo.
Darko sabía bien lo que decía. Le había dado demasiadas vueltas al asunto en muy poco tiempo, nadie había notado que, dentro del bullicioso grupo, él había hecho todo el camino hasta el camarote en silencio absoluto y con cara de consternación. Para sus dos amigos, esto era demasiado delicado como para tomarle la palabra sin pedir detalles, y Darko sabía que tenía que dárselas.
‒ Conozco bien cuando dos chicos coquetean ‒comenzó a explicar.
‒ Pero no eran dos chicos ‒argumentó Donnie‒, lo que dices no es normal.
Darko hizo un gesto con el que indicó que eso era precisamente lo que trataba de decir.
‒ Dos chicos, dos chicas, chico y chica, es la misma historia. Ambos tienen tanto miedo de demostrar sus sentimientos por temor al rechazo, que terminan poniéndolo en evidencia. Por cierto, esto es natural, el punto es que no es socialmente aceptable.
‒ No sería ‒Aryo insistió en el hecho de que Darko solo podría estar especulando sin motivo‒. Tal vez solo estás malinterpretando lo que viste.
Los tres se miraron entre sí, como esperando la reacción de los demás.
‒ ¿Alguien más los vio? ‒dijo Darko por fin‒. ¿Hay alguien que haya llegado a las mismas conclusiones que yo?
‒ Yo los vi por momentos ‒admitió Aryo‒. Estaba más ocupado con el partido. En retrospectiva, me parece haberlos visto algo raros.
‒ No sigan alimentando esto con dimes y diretes ‒Donnie era el más interesado en desechar la descabellada teoría‒. ¡Piensen! Es decir, ¿cómo reaccionarían si se vieran forzados a hablar con una mujer?

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Dos mundos
Science FictionMilenios atrás, la humanidad se dispersó por la galaxia. Cientos de planetas colonizados quedaron aislados. Ahora, Antares es un planeta habitado solo por mujeres; en Cygnus III, la población está conformada solo por hombres. Ambas civilizaciones so...