Capítulo 4

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El lunes llega más rápido de lo que pensé, ahora mismo me encuentro en el patio tomando mi almuerzo. Sándwich de pollo con queso es lo que mamá me dio hoy, puede haber comprado algo como siempre pero insistió que lo llevara.

Mientras daba otro mordisco a aquel sándwich, uno a uno de los jugadores del equipo de fútbol desfilan frente a mi.

Mierda.

Guardo el almuerzo y el resto de mis cosas lo más rápido que puedo. No quiero verlo, se que si lo hago comenzaré a llorar y odio hacerlo. 
Muevo mi silla, pero al hacerlo mi mochila resbala de mis piernas y da al suelo.

Grandioso.

Me inclino a recogerla, por suerte nada salió de ella, cuando me incorporo sus ojos son lo primero que veo. Esos ojos que alguna vez me miraron con amor, o eso creía. Quiero apartar la mirada pero decido no hacerlo, no pienso mostrar debilidad.

-¡Nate, anda el entrenador nos espera!- Gritan detrás suyo. Me mira por unos segundos más, quiere decir algo pero cierra inmediatamente la boca.

-¡Nate!- Vuelven a llamarlo, duda si quedarse aquí o irse, al final me dedica una última mirada y se marcha.

"¿Enserio pensabas que iba a quedarse contigo? Que tonta eres Jules." Dice una vocesilla dentro de mi cabeza.

Gira mi silla y me adentro al edificio, mis ojos se llenan de lágrimas haciéndome imposible ver.

"No llores, mierda no llores" me repito mentalmente, pero sin poder evitarlo una lágrima rueda por mi mejilla.

~ • ~

El pequeño encuentro con Nate me afectó más de los que quería, a estas alturas creía que lo tenía controlado pero no es así. Agradezco no haberme quebrado frente a él, no lo hubiese soportado.
Me paso el resto de las clases sin poder concentrarme, mi mente reproduce todas esas veces en las que estar con Nate era hermoso. Con él me sentía viva, me sentía completa...

La campana suena poniendo fin a la clase, guardo mis cosas y espero a que todos salgan; una vez afuera del salón me dirijo a la salida. Llego a la acera y noto que el auto de mamá no esta aparcado donde siempre. "¿Donde podrá estar?" digo en mi mente, no tengo otra opción más que esperarla; si me voy a casa sola armara un drama y prefiero evitar eso.

Saco mi celular y conecto mis audífonos, estoy a punto de darle "play" a mi lista de reproducción cuando voz familiar me interrumpe.

-¡Vaya! Esto si que es una gran coincidencia.- Dice.

-¿Qué demonios haces aquí?- Pregunto.

-Hola Louis ¿como estás? Que gusto verte.- Dice sarcástico.

-Oh cree me, para nada me da gusto verte- digo - y no respondiste ¿qué haces aquí?-

-¿Qué te parece que hago? Es obvio, estudio aquí.-

¿Qué mierda?

-Es broma ¿cierto?-

-Para tu mala suerte no.- Responde y una sonrisa burlona se asoma en sus labios -¿y tú? Todo mundo se va una vez que la campana suena ¿por qué no te has ido?-

-Pues porque... Eso no te importa.- Contesto molesta.

-¡Wow! Alguien amaneció de malas esta mañana.- Dice mientras eleva las manos en forma de rendición.

Ruedo los ojos, solo espero el momento en el que se vaya, sin embargo no lo hace, se sienta en el piso a lado mio.

-¿Qué haces?.- Pregunto irritada.

-Esperar contigo, es obvio que esperas a alguien ¿no?- Dice tranquilamente.
No puedo evitar rodar los ojos, este chico es algo insoportable.

Permanecemos callados el tiempo en el que estamos aquí, al principio su compañía me es cómoda pero de un momento a otro no hace otra cosa más que mirarme; y ni siquiera es discreto al hacerlo, lo cual hace que empiece a sentirme incomoda.

-Podrías dejar de mirarme.- Pido.

-¿Qué? ¿te incomoda?- Pregunta divertido.

-¿Tú que crees genio?- Respondo y empieza a reírse.

-¿De qué rayos te ríes?-

-De ti.- Estoy a punto de protestar cuando el auto de mi madre aparca frente a nosotros, ella baja y se acerca.

-Lo siento cariño, había demasiado...- No completa la frase y coloca su vista en el castaño a mi lado - ¿hola?- saluda extrañada.

-Hola señora, soy Louis Tomlinson es un placer.- Dice extendiendo su brazo.

-Louis, siento que te he visto antes.- Responde el gesto.

-Oh si, en el súper mercado. Era el chico que buscaba los lácteos ¿verdad Jules?- Dice y ruedo los ojos por milésima vez.

-Cierto, ya te recuerdo ¿qué haces por aquí?-

-También estudio aquí, estaba por irme cuando vi a Jules y me quede a acompañarla.- Responde.

-Si, pudiste dejarme sola.- Reprocho.

-Lastima, no lo hice.- Dice burlón.

Ruedo los ojos de nuevo, poso la vista en mi madre quien se esfuerza por no soltarse a reír.

-Bueno veo que estarás sana y salva así que... me voy.- Comenta.

-¿No quieres que te llevemos?- Ofrece mamá.

-No gracias, estaré bien- dice - nos vemos Jules.- Se despide y le dedico la sonrisa más falsa que puedo.

Suelta una breve carcajada y se marcha. Mamá rápidamente me sube al auto, de un momento a otro este se mueve.

-Es un chico agradable.- La voz de mamá llena el silencio que se había formado desde que dejamos el colegio.

-Yo pienso todo lo contrario.- Respondo.

-¡Oh vamos! Fue lindo de su parte haberse quedado contigo- dice - y es bastante guapo.-

-¿Si? Pues para mi es un idiota.- Digo, mamá suelta una risita y no vuelve a decir nada el resto del camino.





-Kat.

ALIVE (Louis Tomlinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora