CAPÍTULO 1. Antes del primer encuentro.

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ARISTÓTELES.


Me despierto gracias al ruido de sartenes chocando entre sí que proviene de la cocina, no sé porque, pero siento que mi madre siempre hace eso al propósito. Mientras voy despertando algo en mi me recuerda que hoy es el día en que los nuevos vecinos llegarán; por lo poco que se, ellos alquilaron el departamento 202 por todo un año completo, no entiendo cómo es que alguien con tanto dinero lo desperdiciaría viniendo a vivir a este edificio, y no, no estoy diciendo que sea feo, solo que si yo tuviera dinero la última opción para vivir seria aquí.

La primera vez que me enteré de la noticia estaba haciendo un live en Facebook, estaba grabando en el departamento 202, en el cual siempre lo hacía, hasta ayer. Justo antes de acabar el live, mi tía Blanca y mi mamá entraron repentinamente, arruinando mi despedida; sentía que me moría de la pena, pues vaya manera de acabar un live ¿no? Después de decirles que me habían arruinado mi live y de unas cuantas bromas por parte de mi mamá, mi tía me dijo que ya no podría seguir grabando aquí, pues los nuevos vecinos llegarían mañana, o sea hoy. La verdad si me sorprendí por la noticia, ya que desde que mi primo desocupó este departamento no se había podido alquilar. Me ponía feliz por un lado la idea de que por fin habría personas nuevas en el edificio a parte de mi familia, pero por otra no me agradaba mucho porque ya no tendría lugar para hacer mis lives.

-Aris, hijo, ya levántate o se te va a hacer tarde- Me dice mi mamá entrando de repente a mi cuarto y esfumando todos mis pensamientos de inmediato.

-Sí, sí ya voy- Le contesto aun metido en las cobijas.

Sin más dilaciones obedezco a mi madre, me baño, me arreglo y salgo a desayunar, una vez que he terminado me despido de mis padres y de mi hermanito pequeño para después retirarme e ir a la escuela. Para no hacerla tan larga, hoy la escuela estuvo igual o peor de aburrida, de vez en cuando me gustaría tener un amigo más cercano, si tengo amigos, no digo que no los tenga, solo que a veces necesito a alguien que en realidad me escuche y que compartamos todo.

Al sonar el timbre de salida salgo disparado hacia mi casa, no pienso pasar otro momento más dentro de esta prisión. Cuando llego a mi casa solo encuentro a mi papá en ella, lo saludo y paso a mi habitación, una vez ahí intento hacer tarea, pero decido dejarla a un lado para empezar a hacer un live, que por cierto no fue muy largo porque no había mucho que contar; una vez que quería terminar de grabar recordé que mi papá estaba tratando de vender su libro, así que pensé que sería buena idea echarle una mano y recomendárselo a mis fans, así que sin pensarlo dos veces lo hago. Una vez concluido el live mi papá me pide unos concejos para conseguir seguidores, la verdad es que viniendo de él me extraña, pero igual le doy alguno que otro tip. Para bien o para mal mi mamá nos interrumpe para decirnos que mi tía blanca nos invitó a una comida para celebrar que los nuevos vecinos llegaron, mientras nos dirigimos al departamento de mi tía mi madre me comenta que ya conoció a los nuevos vecinos y que se miran muy buena onda, además me dice que uno de los hijos del nuevo inquilino tiene mi edad, eso me agrada, ya que en este edificio no hay nadie con quien pueda platicar, solo espero y no sea un tipo arrogante o presumido.

Una vez en casa de mi tía, mi mamá le ayuda a poner la mesa mientras ella prepara un pastel de auténtico chocolate de Oaxaca y mil leches, cuando intento meterle el dedo al pastel me da un manotazo y lo aparta de mí, pues el pastel era la invitación directa para que los vecinos aceptaran venir. Cuando ella termina de decorar el pastel me llama de inmediato y me pide que les lleve hasta la puerta el pastel a los vecinos y les hiciera la invitación, no lo pensé dos veces para obedecer, pues mientras lo llevaba podría probarlo un poco. Cuando salgo del departamento me dirijo hacia la puerta de enfrente y toco, como veo que se tardan un poco en abrir decido voltearme para que nadie me vea y le doy un pequeño dedazo al pastel ¡Este pastel sabe a gloria!

-Ah, Hola- me dice alguien por la espalda haciéndome sobresaltar.

ARISTEMO. Las voces del corazón.Where stories live. Discover now