ARISTÓTELES.
Si pudiera remediarlo lo haría sin pensarlo, pero está claro que todo el daño que le cause a Temo es demasiado grande. Si tan solo aquella noche le hubiera dicho que yo también estaba enamorado de él, si no me hubiera importado lo que pensaran los demás; Todo sería diferente.
Ahora Temo está con alguien más, compartiendo lo que desde un principio debió darme a mí. Dándole felicidad a un idiota, que ni siquiera lo ama tanto como yo.
Me toca pagar las consecuencias de mis actos y las estoy pagando caro. No debí ser un idiota con Temo, no debí rechazarlo, ni evitado y mucho menos humillarlo, pero tenía miedo de lo que dijeran los demás, tenía miedo de ser quien soy y eso me está costando caro.
Aquella noche cuando lo rechace, no hice más que llorar en mi cama, durante las siguientes semanas no podía pensar en otra cosa, pero me comporté como un cobarde, por querer proteger mi integridad, destrocé la suya.
Me arrepiento, me arrepiento infinitamente, pero ahora es demasiado tarde...
FIN
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ARISTEMO. Las voces del corazón.
RomanceAristóteles Córcega se ve ligado en una guerra de sentimientos, mientras que Cuauhtemoc López debe definir sus emociones y asumir las responsabilidades que cada uno de sus acciones. Ambos lucharan contra las voces de su cabeza y las voces del coraz...
