CUAUHTÉMOC.
Es un poco complicado explicar todo lo que ha pasado en los últimos meses, ni siquiera se por donde empezar. Lo único que sé, y lo único que siento, es que mi corazón está completamente destrozado; si pudiera unir cada pieza para que este vuelva a su forma original, bastarían al menos mil años para obtener el mínimo parecido.
Durante mucho tiempo me ahogué en un dolor insoportable, sumando aún también la tortura de los miles de pensamientos que en aquellos momentos venían, que si bien ahora no son tan desgarradores, en aquel momento sí que lo eran. Desperdicié la mayoría de mis noches sumergido en lágrimas, creyendo, o más bien esperando, que estas pudieran sanar las heridas que llevaba por dentro.Fui un estúpido al pensar que esto podía funcionar, fui un estúpido en tan solo pensar que él podría llegar a sentir algo por mí, fui un estúpido y tal vez lo siga siendo, porque aún en todo mi sufrimiento sigo teniendo viva la esperanza de que todo siga siendo como antes, de que él venga a mí como en numerosas ocasiones lo hizo, de que tome mi mano como solo él sabe hacerlo, de que mire a mis ojos y que los suyos griten por su boca lo mucho que se muere por mí, sigo teniendo la esperanza de que al menos se atreva a pronunciar una palabra hacía mí o tan solo una mirada, pero conforme pasan los días mi esperanza cada vez se va muriendo más y yo junto con ella.
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Estos días estaré publicando. Tal vez en este momento este capítulo no tenga sentido, pero conforme vaya subiendo las siguientes partes, entenderán el concepto.
-Daniel Pacchiano
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ARISTEMO. Las voces del corazón.
Roman d'amourAristóteles Córcega se ve ligado en una guerra de sentimientos, mientras que Cuauhtemoc López debe definir sus emociones y asumir las responsabilidades que cada uno de sus acciones. Ambos lucharan contra las voces de su cabeza y las voces del coraz...