CAPÍTULO 19. Nuestra lucha.

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ARISTÓTELES.


Había pasado ya una semana desde que estuve con la familia de Temo, después de todas las noticias que se dieron ese día era muy obvio que todo iba a cambiar, ya sea para bien o para mal. Dentro de mí algo también había cambiado, mi felicidad era más notoria cada vez y por más que intentaba buscar cual era la razón no la encontraba, solo sabía que desde que regresé de Toluca todo me parecía más hermoso de lo habitual.

-¡Temo!-. Le grito antes de que se meta a su departamento.- Hola

-Hola-. Me saluda con una sonrisa y una risa nerviosa sale de él.

Ambos nos observamos, otro silencio incomodo empieza a formarse entre nosotros, pero admito que en parte me gustan porque puedo observarlo y darme cuenta que mi presencia lo pone nervioso.

-¡Ari! ¡Temo!-. Nos grita alguien sacándonos del trance-. Mucho tiempo sin verlos.

Cuando doy la vuelta puedo ver a la dueña de aquella voz, es Julieta quien viene con toda su familia, aunque ya me esperaba su visita no pude evitar sorprenderme al momento de verla entrar con mi primo y con sus dos hijos.

-Primo ¿Cómo has estado?-. Me pregunta Juan Pablo.- ¿Y tú Temo?

-Bien-. Respondimos los dos al unísono.

Lo volteó a ver y ambos nos reímos, y al final nos regalamos una sonrisa, y puedo notar en sus mejillas un ligero sonrojo produciéndome así uno a mí también.

-¿Y están adentro todos?-. Pregunta mi primo después de aclararse la garganta.

-Ah, sí, sí-. Le respondo un poco apenado.- De hecho solo los estábamos esperando para empezar a comer.

-Pues vamos entrando para no esperar más.- Me dice Robert.

-Adiós, Temo-. Se despidieron Julieta, su esposo y su hijo, David, para entrar al departamento de mi tía blanca.

-Bueno-. Empiezo a decirle a Cuauhtémoc.- Yo también voy a pasar, así que nos vemos más tarde.

-Sí, corre, ve.- Me responde.

Cuando iba a entrar al departamento de mi tía, me giro y antes de que cierre su puerta lo vuelvo a llamar.

-¡Temo, Temo!

-¿Qué pasó?

-¿En la azotea a las 6?

No me responde nada, pero en su rostro se dibuja una sonrisa y asiente para después cerrar su puerta y yo me quedó ahí observando la puerta esperando que se abra otra vez para poder observarlo, pero después de un tiempo caigo en cuenta que eso no iba pasar, así que me adentro al departamento de mi tía.

-¿Por qué tardaste tanto Aris?-. Me cuestiona mi mamá.

-Es que me encontré con Temo en el pasillo-. Le respondo.

-Tú y él se llevan muy bien ¿Verdad?-. Escucho decir a Julieta.

-Sí, es mi mejor amigo-. Le respondo a la esposa de mi primo.- Además pues es la única persona de mi edad en este edificio y también le gusta el básquet, así que es imposible no llevarme bien con él.

Ella solo asiente y me da una sonrisa como si insinuara algo más, no le tomo mucha importancia, pero sin embargo se crea en mí una duda.

-Bueno, vamos a sentarnos porque ya está lista la comida-. Nos grita mi tía Blanca desde la cocina.

ARISTEMO. Las voces del corazón.Where stories live. Discover now