Jurgen
Los ojos de Samantha se clavaron en los míos por un momento. Al abrirse la puerta ella sólo salió de prisa y sin decir más nada. Yo me quedé tan sorprendido como ella, no quería decirlo, no quería admitírmelo a mí mismo ni mucho menos a alguien más, y ni pensar en decírselo justamente a ella. Pude sentir odio a mi mismo por no contenerme y estaba seguro que ella también me odió en ese instante. No había sido mi intención nada de lo que pasó ese día, se lo había dicho a Sam, todo lo que quería era ignorarla pero era tan difícil.
Me había planteado la idea de sacar cualquier rastro de Samantha Morgan de mi cabeza, me había convencido que así no agrandaría lo que siento pero por la frustración de aquella situación terminé confesando esto que siento.
No quería enamorarme de ella porque sabía que sería difícil lograr algo con alguien a quien no le agradas y porque tenía en claro que después de graduarme sería posible no vernos más debido a mis proyectos con las editoriales ¿pero qué podía hacer? Ya me había enamorado como el mismísimo idiota que ella siempre decía que soy. Era un idiota enamorado tratando de liberarme de las cadenas de su encanto y entre más lo intentaba más me aprisionaba.
Durante el resto de los días nos ignoramos completamente, hasta evitamos intercambiar miradas, sabíamos que era incomodo para los dos por tanto como si fuera un trato entre ambos nos ignoramos mutuamente. Ella sabía que no le había mentido.
Durante la hora de salida debí esperar a mi agente en la entrada del instituto para ir juntos a firmar algunos papeles en la editorial, ya todos se habían marchado a casa y solo quedábamos Mandy, Sam y yo. Por lo que pude escuchar de ellas, que se mantenían a unos metros alejadas de mí, esperaban a alguien de nombre Susan para ir al hospital. Me sentí curioso por saber si estaban bien pero no podía interferir. Algunos minutos después llegó en su lujoso auto negro con vidrios polarizados mi agente, bajó la ventanilla y me habló.
— No te quedes parado ahí, súbete rápido. Tenemos mucho que hacer además de firmar contratos y asistir a reuniones.
— ¿Por qué tardaste? — pregunté mientras me acerqué a la puerta del auto abriéndola. Pude notar como Mandy y Samantha nos observaban con detenimiento.
— Ponte el cinturón — me indicó mi agente poniendo en marcha el vehículo — tengo una reunión con los diseñadores gráficos para acordar las pautas de trabajo y diseño para la portada del nuevo libro.
— ¡Aun ni siquiera lo he empezado! — Interrumpí de golpe — eso deberíamos hacerlo después, cuando ya tenga al menos la mitad de la historia escrita.
— No te preocupes Jurgen, es solo para acordar el modo de trabajar y adelantar trabajo, no van a diseñar nada hasta que tengas algo concreto — me señaló y pude quedarme tranquilo — y como no puedes asistir personalmente a las reuniones con ellos para mantener tu anonimato puedes decime ahora todo lo que quieras que hable por ti en ella, si quieres que se trabaje de algún modo en especial o algo así.
— Solo que se mantengan las cosas como siempre, no quiero intervenir mucho en eso ahora.
No quería hablar de trabajo, no quería pensar en nada. Tenía dos problemas, el primero era Samantha y el segundo era reconectarme con mi inspiración. Y nada me estaba saliendo bien.
— ¿Hay algún problema? Has estado casi sin ánimos últimamente — observó mi agente al mismo tiempo que estacionó el auto en la playa del hotel donde se llevaban a cabo estos asuntos siempre.
— No es nada Álex, solo siento que mi inspiración está nula — aseguré tratando de evitar hablar del tema. Él era así, me conocía desde hacía muchos años y sabía cuando algo me pasaba. Y yo sabía que seguiría preguntando, no se quedaría con una simple respuesta como la que le había dado.
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Te Busco Entre Páginas
Novela JuvenilUn escritor anónimo de libros, que ha ocultado su identidad por años, se ve envuelto en una difícil relación con una lectora. Esa lectora sueña con tener un amor de libro como todas las que ha leído, y aunque a veces la vida puede golpearnos duramen...