"Entre pesadillas, vacaciones y recuerdos"

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Capítulo 51: Entre pesadillas, vacaciones y recuerdos.

En el hospital, Dean podía dormir en la cama al lado de Castiel. Castiel estaba igual, no en la misma posición anterior, lo cual le llamó la atención y le preguntó a Inias. Este le dijo que venían a limpiarlo de vez en cuando y por eso lo movían.

—¿Dónde dormirás tú?

—Aquí en este sofá, parece cómodo —respondió Inias.

—¿Por qué no te vas a tu casa? No me pasará nada aquí. Está muy bien vigilado este cuarto.

—Dije que me quedaría contigo y eso haré.

—¿Qué dijo Kevin al respecto?

—No dijo nada.

—¿Cómo que no dijo nada?

—Kevin se quedará con tu hermano Sam para que no esté solo.

Sorpresa, no pensó en su hermano durante el tiempo que estaría junto a Castiel. En realidad, no había pensado en nada, solo permanecer al lado de Castiel todo el tiempo que pudiera hasta que se recuperara del coma. Agradecía la asistencia de los demás en esto.

Estuvo bastante raro sosteniendo su mano, murmurándole cosas. No quería hablar en alto, porque estaba Inias presente. Cuando este fue al baño a asearse, Dean aprovechó de contarle sobre sus exámenes y el White Day. Fue sorpresa para él mismo contar esa experiencia que pasó con Sam, pero le prometía volver con él cuando despertara del coma.

Inias volvió del baño semidesnudo de la cintura para arriba. Dean dio cuenta de algo.

—¿Qué miras? —preguntó Inias con molestia.

—Nada.

El hombre miró su cuerpo, buscando la fijación del chico.

—¿Te refieres a esto? —señaló Inias un tatuaje.

—Es... llamativo.

—Es un tatuaje yakuza, ¿no habías visto ninguno?

—Este no, bueno, sí, pero no sabía que era yakuza. Como todos se tatúan ahora, pensé que era uno más, pero el tuyo es...

—Llamativo, es un tatuaje manga. Son varios tatuajes, se hacen en distintos tiempos hasta hacer una camiseta. Al mío le falta terminar. Todos los yakuzas nos hacemos tatuajes.

—Cas no tiene tatuajes.

—Él comenzaría el próximo año cuando cumpla veintiuno.

—¿Qué se hará?

—No lo sé, creo que todavía no elige el diseño.

—¿En serio?

Eso dejó pensando a Dean. Castiel era una persona muy meticulosa y que todavía no eligiera su primer tatuaje yakuza, no parecía cosa de él.

—¿Qué pasa?

—Nada, es lindo el dragón —dijo Dean mencionando el tatuaje de Inias.

—¿Te gusta? A mí también, yo quise...

Inias siguió hablando sobre su tatuaje y lo bello que era. Se notaba algo importante y lleno de significado para él. También aprendió que los tatuajes era una cosa oculta y privada, por eso no los había visto, salvo en algunas ocasiones en entrenamiento, que no había relacionado con el mundo yakuza.

Inias durmió en el sofá y Dean en la cama a un lado de Castiel. Dean tuvo sueños intranquilos sobre dragones occidentales, devorando a los dragones orientales, el fuego consumiéndolo todo y la luna escondiéndose en el firmamento para dejarlo todo en la oscuridad extrema. Despertó agitado, todo transpirado, su osito de peluche estaba botado en el suelo. No recordaba haber traído al peluche con él, confundido se levantó y lo tomó entre sus manos, miró esos ojos azules, pero una presencia lo hizo voltearse con rapidez. Su corazón se desbocó en su pecho con terror al ver a Castiel parado detrás de él cuan fantasma con los ojos en blanco.

Prisioneros de la Mafia (DestielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora