CAPÍTULO 20

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Becca

Ha transcurrió dos semanas desde mi salida del hospital, y hasta ahora las cosas no han sido como las he esperado. Lo ocurrido dejó rastros de sus consecuencias, cada pasillo que cruzaba eran cientos de miradas hacia mi, sin embargo, al pasar de los días aquello se me había vuelto costumbre. Sabía que no había forma de pararlo pero si de enfrentarlo, al estar con Bill en un principio estaba consciente que las miradas siempre estarían ahí, de alguna u otra forma.

—Aún no puedo estar consciente de que Bill te pidió ser su novia —dijo Sara enternecida mientras nos sentabamos a comer.

—Ya pasaron varios días, no es como si no lo hubiera hecho nunca —respondí encogiendome de hombros.

—Seguro, pero no desde que entró a la universidad. Ahora, ¿Vas a decirme lo de tu "hermano"? Porque aún no lo comprendo. —Ella dio un suspiro.

—¿Enserio quieres saberlo?

—Solo quiero ayudarte, se que no se lo has dicho a nadie más además de Bill, que al parecer él también sabia sobre tu hermano.

—Esta bien, pero aquí no. —dije, mientras Sara solo asentia, queriendo terminar su almuerzo rápidamente.

Hace una semana fue cuando vi a Bianca por primera vez luego de lo sucedido, al ver su cara sin arreptimiendo alguno y con una sonrisa, me hirvio la sangre. Me sentí inútil al haber confiado en ella tan fácilmente, fue una lección que tuve que aprender a las malas sin siquiera haberlo merecido.

—Así que, todo este tiempo, ¿Él estuvo cuidandote sin que lo supieras? —preguntó Sara luego de contarle sobre Evan.

—Si, pero esta vez no tuvo el control, no sabia que otra banda enemiga estaba aquí —dije con el ceño fruncido mirando hacia algún punto de la habitación, aún sin creer que algo así estaba pasándome.

—Había oído que Bill estaba metido en algo pero no sabía que era algo así de grande —mencionó Sara perpleja.

—Él ya no está con ellos, al enfrentarse con alguien de su equipo lo desolvio de todo. Por mi, Sara... Por mi... —cerré los ojos, suspirando.

A pesar de que Bill dijo que no habría ninguna consecuencia ante eso, se que lo hay.

—Oye, no pasará nada, él sabe lo que hace, Elena. Él y tu hermano pueden protegerte, todo estará bien —susurro ella mientras sostenía mi mano en señal de apoyo.

—¿Y quien protege a ellos? —pregunté enseguida.

Aquella incógnita no apareció en mi cabeza hasta este momento.

—Estoy segura que Evan debe de tener hombres a su cargo, se que no es algo de alabar pero sea lo que tu hermano es, ha construido mucho, y al parecer es alguien importante en este medio, lo protegen, Elena. —dijo ella con énfasis en cada palabra, mirandome haber si así podía calmar la ansiedad que se había producido en mí.

—Pero Bill no... Él no —susurre con miedo al imaginarme a él en un peor escenario.

—¡Elena!... Oye... ¡Elena! —exclamó mi amiga al verme salir de la habitación a pasos apurados.

Mi cabeza se lleno de posibilidades infinitas, sabía de una vez que la calma se había acabado para mi y tenía un objetivo. Bianca no se quedara de brazos cruzados, el ex equipo de Bill buscara venganza, Daniel esta suelto, tantas cosas más que ahora no podía parar de pensar y mi deseo ahora era solo ver a Bill.

—¡Elena!... —exclamó esta vez una voz gruesa quien rápidamente reconocí, dándome media vuelta —¿Qué pasa? ¿Porque corres?... Estas agitada —mencionó con un toque de preocupación mientras acariciaba mi rostro.

Sour Romance » Bill SkarsgardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora