CAPÍTULO 24

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'Siempre serás mi hermano'

Hayley

Enero, 2004

—Oye, no es tan malo, mira y siente la música —dije con una sonrisa mientras mi pequeño hermano se sentaba junto a mi hacia el piano.

Mis dedos comenzaban a moverse en las teclas frías que con cada roce se volvían más cálidas, claro, no toque algo lento para mi hermano, es decir... es Bill, solo algo que él considera impresionante es digno de su atención, sabía desde antes de empezar que lo amaría, se adentraria y jamás lo dejaría ir. Así es él.

Si me equivoco, que él tiempo sea capaz de juzgarlo.

—Wow... ¿Cómo puedes tocar tan rápido sin confundirte? Quiero hacerlo... Pero no creo que pueda—susurro al término de mi acto.

—Claro que puedes, ¿Fue hermoso, no? —le pregunté, viendo como asentía con la cabeza —Y ¿Valió la pena escucharlo? —volví a preguntar obteniendo su misma respuesta —Lo ves, el camino puede ser difícil, pero una vez que lo logras, todo se amoldeara a ti.

Él mostró una destellante sonrisa, tocando las teclas como un niño alocado mientras reíamos al unísono.

—¿Me enseñarás? —preguntó curioso.

—Cada tarde después de la escuela hasta que ya no necesites de mi y prometo que será rápido porque eres muy inteligente —le dije divertida apretando su mejilla que la alejo rápidamente haciéndome gracia.

—Pero yo quiero que siempre estés conmigo —dijo cruzandose de brazos.

—Y lo estaré, pero, ¿Sabes que algún día te volverás todo un hombre, verdad? No querrás que tu hermana mayor te lleve a la universidad —le pregunté sujetando su pequeña barbilla.

—No quiero serlo —respondió de inmediato.

—Pues jovencito, algún día lo será, y la que te acompañe tal vez no sea yo y sea una hermosa chica —le dije a lo que él frunció el ceño confundido.

—No quiero chicas —añadió a lo que solo me limite a abrazarlo sobre sus pequeños hombros.

—Extrañaré que digas eso en unos años —reí.

~•~

Abril, 2009.

—Lo hice más rápido que tú —reto mi hermano mientras miraba el temporizador viendo que era verdad.

—Si que hecho de menos cuando te equivocabas —bromee mientras el se ponía de pie —Y claro, también cuando yo te ganaba en estatura.

—¿Qué dices? Estamos del mismo tamaño —dijo tirandome el cojín del mueble.

—Claro, y en un año apuesto que ya me alcanzarás, hermanito, para tener catorce creces muy rápido —añadí devolviéndole el cojín con más fuerza.

—No me recuerdes que tu ya eres una adulta, suena estúpido pero no quiero que te vayas de casa —me dijo mientras me sentaba a su lado.

—Bill... Algún día lo haré, y prometo que vendré a visitar siempre —susurre mientras él me abrazaba.

—No estaremos tan unidos como ahora, Hayley —añadió con sutileza.

Sour Romance » Bill SkarsgardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora