Leonardo Hamato tenía una vida que muchos envidiarian, una bella esposa y dos hermosos mellizos, una buena posición económica, campeón invicto de karate y boxeo, su difunto padre dejo a su cargo el negocio familiar, para sus hermanos era un ejemplo...
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- ¡ERES UN IRRESPONSABLE! - grito Rafael. Su rostro estaba del mismo color que su cabello Rojo de la ira, conteniendose de golpearlo.
- yaaa callate - dijo Leo alargando la A. Se dejó caer en el sofá de la sala, estaba en la casa de Rafael, él lo fue a recoger al bar en el que quedó de encontrarse con Javier.
Se habia metido en una pelea con unos clientes del bar, estuvo a punto de matar al hombre, por suerte un hombre que se encontraba en el lugar reconoció a Leo y llamo a Rafael.
- sabes que, estoy arto de sacarte de tus problemas.... Se acabó - dijo dejándolo en el sofá.
Leonardo se quedó dormido.
- Buenos días- escucho una voz, seguido de un beso en la mejilla.
- buenos días - respondio él.
- estás bien?-
- si, te amo - respondió tratando de ver el rostro de la persona pero no lograba ver nada.
Arrugó las cejas, era una chica estaba seguro, trato de verle nuevamente el rostro, pero ella se alejó.
Dejo un vasio en él, necesitaba que estuviera cerca, trato de seguirla, pero cada paso que daba parecia que ella corría.
Cambio el escenario, estaba en una habitación oscura, él estaba parado en medio. Bajo su vista y vio su ropa no era la misma vestía distinto, escucho un ruido agudo, parecía ser el llanto de un bebé, siguió el llanto y vio unas cunas, el ruido provenía de ahí, otro llanto se hizo presente.
Qué raro, pensó no habian bebes en la familia, sus sobrinos ya estaban grandes.
Siguió avanzando, pero parecía que nunca llegaría a ellos.
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Un zumbido comenzó a escucharse, Leo abrió los ojos, que habia sido eso, no lo sabía, era muy extraño. El zumbido volvió a repetirse trato de buscar el origen. Era su celular vibrando.
Enfocó su vista, no reconocía el lugar, no era su apartamento. La decoración era algo femenina
El celular volvió a vibrar, El nombre de Javier aparecía en la pantalla. Poco a poco fue recuperado sus sentidos.
- buenos días - escucho una vocesita.
Giró su cabeza y se encontró con la pequeña Kira, la hija de su hermano Rafael.
Estoy en casa de Rafa - pensó.
La niña, lo miraba con una sonrisa. Leo sintio algo en su interior una sensación extraña.
- h-hola - tartamudeo, comenzó a quejarse por el dolor, levantó su camisa y vio un gran moreton en su costado, hizo una mueca de dolor
- ¡¡PAPÁ, EL TIO LEO DESPERTO!! - grito la niña.
Leo llevó sus manos a su cabeza, poco después noto que la camisa que llevaba puesta no era la de él, él no usaría ese tipo de ropa.
- hasta que despiertas - dijo Rafa haciendo su aparición con su hija de la mano - linda ve con tu madre, hablaré con tu tío-
Leo los miraba, de nuevo se sintió extraño. La niña salió corriendo en busca de su madre.
- ¿porque tengo tu ropa? -
- eso no importa, quiero hablar contigo, escucha debes poner un límite con lo que haces, estamos Artos de tener que lidiar con tus problemas, estás fuera de control, ¿crees que haces lo correcto? - Leo estaba por levantarse, Rafa le puso sus manos en los hombros haciendo presión y volviendolo a sentar - quédate ahí, escucha no vas a salir de aquí hasta que nosotros lo digamos -
- ¿Nosotros? Quienes solo estás tú y...- escucho la puerta ser tocada, Rafa salió a recibir a su hermano Donnie.
- Leo, Rafa me contó lo que pasó anoche -
- ¡genial! Pueden ayudarme a recordar, lo he olvidado - dijo burlón
- esto no es un juego, casi matas a un hombre, QUE PASA CONTIGO! - exclamó Donnie
- si, Leo si no hubiera llegado en este momento estarías en prisión -
Los chicos siguieron regañando a Leo, le decían las verdades que él no quería escuchar, llegó un punto en el que Leo se cansó de escucharlos.
-YA BASTA, QUE USTEDES NO PUEDAN HACER LO MISMO QUE YO, NO ES MI PROBLEMA!! YO HAGO LO QUE QUIERO, Y DUSFRUTO HACERLO!! - grito enojado
- VALLA FORMA, DE VIDA QUE LLEVAS, DEBERIA DARTE VERGÜENZA!! TIENES VEINTISEIS AÑOS, y sabes que, nos gusta la vida que tenemos, somos felices a diferencia tuya, lo que tú haces es pasajero, te destruyes a ti mismo - respondió Rafa.
- debes dejar de matarte a ti mismo - siguió Donnie.
Leo quizo lanzarse y golpear a sus hermanos.
- dime Leo ¿Estas feliz de la vida que llevas? -
Esa pregunta causó que aquella sensación viviera con mas fuerza, parecía haber entrado en Shock, sentía que había preguntado algo parecido.
A su mente vino el sueño, ¿Tenía algo que ver?
- responde - escucho a su hermano, reaccionó frunciendo el rostro.
Leo no respondió, camino a la puerta ignorando a sus hermanos.
Esa misma noche volvió a soñar con la misma persona, como en su anterior sueño no podía verle el rostro, está vez vio a dos niños, los cuales no pudo tocar ni verles el rostro.
