Leonardo Hamato tenía una vida que muchos envidiarian, una bella esposa y dos hermosos mellizos, una buena posición económica, campeón invicto de karate y boxeo, su difunto padre dejo a su cargo el negocio familiar, para sus hermanos era un ejemplo...
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Especial.
La última campanada sonó anunciando el final del cuarto round, poco después su mano fue alzada en señal de su victoria.
Los aplausos y gritos se escucharon por todo el lugar.
Alzó los dos brazos presumiendo, busco con la mirada a quien más amaba. Ella sonrió aplaudiendo. Ese brillo en su mirada le indicaba cuan orgullosa de sentía de él. Quitó a los fanáticos de su camino y avanzó hacia ella quitándose en protector bucal lanzándolo en alguna parte.
- ¡Felicidades! - grito lanzándose a él dándole un fuerte abrazo - sabía que lo lograrias - lo beso importándole poco el sudor y los pequeños golpes en su rostro.
- es gracias a ti, sin ti no lo hubiera logrado -.
Poco después fue llamado para recibir su cinturón de oro. Tomo el micrófono entre sus manos vendadas.
- pido su atención por favor - su voz agitada. Todos los presentes pusieron su atención en él. - este logro quiero dedicarselo a mi padre y a mi hermosa novia, agradezco que siempre estés apoyándome y por eso quisiera - soltó el micrófono e hizo una seña a uno de sus hermanos. - ¿Karai, quieres hacerme el honor de ser mi esposa? - Karai se tapó la boca, los gritos euforicos de los presentes se hicieron más fuertes .
Karai avanzó por en espacio que habían hecho las personas para dejarla pasar. Anciosos por la respuesta de la joven todos callaron
Subió hasta pararse frente a él. Leonardo se arrodilló esperando ansioso y con un poco de miedo la respuesta.
- si - los gritos y flashes hicieron su aparición nuevamente.
La feliz pareja celebraba en su propio mundo. Las felicitaciones de familiares estaban por todo el lugar.
Seis meses Después
- ya cálmate - pidió impaciente, su hermano Donatello.
- no puedo - el chico de ojos azules caminaba de un lado a otro
- relájate bobonardo, o voy a golpearte - amenazó Rafael.
- ¿ porque no llega? - Leonardo miro por décima vez su reloj
- tal vez se arrepintió - comento Miguel Ángel.
Los mayores lo miraron queriendo golpearlo. Su comentario nada más puso más histérico al mayor de los Hamato.
- no digas bobadas Mickey - Rafa le pegó en la cabeza, haciendo que el rubio se sobara.
- ¿y si Mickey tiene razón? -
- ¡Ya viene! - grito uno de los invitados. Leo se giró rápidamente. Se colocó en su lugar a esperar a su futura esposa.
Karai lucía un impecable y hermoso vestido blanco. Rafael la traía del brazo. Llegaron al altar y Karai fue entregada.
La ceremonia comenzó, Leonardo no quitaba la mirada de ella.
- ¿Aceptas a Karai como esposa y prometes serle fiel, amarla y respetarla en la salud y la enfermedad hasta que la muerte los separe?
- si, acepto - contesto firme
- y tú ¿Aceptas a Leonardo cómo esposo y prometes serle fiel, amarla y respetarla en la salud y la enfermedad hasta que la muerte los separe? - Leo volvió su vista a ella
- si, acepto - no esperaron al "puede besar a la novia"
Todos en la ceremonia tieron ante la impaciencia de ambos esposos.
Al final del festejo, partieron a su luna de miel.
- esto es maravilloso - susurro Karai abrazada a Leo.
- si, te amo y siempre lo haré -
- te amo, ahora y siempre -
Leonardo cargo a Karai entrando a la pequeña cabaña frente al hermoso mar. Eran la primera vez de cada uno.
Totalmente nerviosos, pasaron la noche demostrando cuanto amor sentían.
Ese día empezó una nueva vida, aquella que habían decidido compartir.
Maratón 3/3
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Aviso: Esta historia solo tendrá pocos capitulos!
¡Esta por finalizar!
próximamente tendrá una película!!! Na mentira. 🤣 Okno.
