CAPÍTULO XXV: UN ADIÓS CON SABOR A PERDIDA

331 33 8
                                    

Ying Kong Shi, salió corriendo detrás de su esposa cuando esta abandono el salón del trono, junto con todos los emisarios de la Tribu del Fuego....

Flashback

- Me presento ante usted su majestad, deseándole felicidad en este día, dijo ella.

- Levántate, le dijo el rey

- Gracias su majestad, respondió su esposa.

- ¿Puedo saber quien se esconde detrás de ese velo?, dijo el rey

Shi vio como ella se descubría el rostro dejando a todos los presentes impactados con su belleza volviendo a realizar una reverencia le contesto: - Soy la princesa Yan Da última hija del Rey Hou Yi, del Clan del fuego, por derecho propio la única princesa de mi tribu.

Se escucho la exclamación de sorpresa de todos los presentes.

- La princesa de fuego dijo el rey observándola atentamente.

- Así es su majestad y como usted lo dijo estoy aquí para solicitar un deseo de usted, respondió Yan Da mirándolo fijamente.

- Hao, puedo darte cualquier cosa que pidas, excepto mi reino, mi corona y la vida de alguien, respondió el rey.

- Su majestad es justo y sabio, por tal motivo yo solo tengo un deseo dijo Yan Da poniéndose de rodillas.

- ¿Y dinos cual es?, pregunto el rey.

- Quiero una promesa de usted, una que no podrá nunca dejar de cumplir o romper, exclamo ella volteando su vista a Shi el cual la estaba mirando atentamente tratando de recuperarse, pero su pecho dolía latiendo demasiado rápido como si fuera a explotar en cualquier momento, sin darse cuenta que cuando quiso ir a donde se encontraba su padre se puso al lado de Lang Shang, la cual justo en ese momento no resistió sus piernas mágicas apoyándose casi por completo en su pecho distrayéndolo de su esposa.

La escucho volver a hablar: - Quiero la promesa de que usted pase lo que pase me dejará regresar con mi padre y declare nulo el matrimonio que se celebro en mi tribu con su hijo Ying Kong Shi.

Ying Kong Shi abrió sus ojos grande, tratando de enfocarse en ver a su esposa que seguía arrodillada ante su padre, quiso correr hasta ella, pero la tonta de Lang Shang no lo dejaba teniéndolo fuertemente agarrado del brazo.

- Lang Shang suéltame, le dijo gritándole.

- Espera Ying Kong Shi, mi cabello se ha atorado en uno de tus botones, no te muevas me vas hacer daño, le dijo ella queriéndose soltar pero al ser su cabello tan rizado no pudo hacerlo.

- ¿Qué responde su majestad?, ¿Cumplirá lo que le pido?, escucho nuevamente a su esposa hablar.

Su padre la miró por un momento para decirle: - ¿Es lo que en verdad deseas princesa?-

- Es lo que más deseo su majestad, contesto firmemente.

- Yan Da noooo trato de gritar Shi aún un poco desenfocado por la última visión de ellos, no siendo escuchado por ella ya que estaba lejos de donde se encontraba su esposa,

- Si es lo que deseas princesa te lo concedo, eres libre de volver con su padre y considera que tu matrimonio se ha anulado con nuestro clan. Le dijo el rey.

Yan Da volvió a hacer una reverencia despidiéndose del rey: - Se lo agradezco su majestad, volteando para empezar a caminar a la salida no dándole una segunda vista a Shi el cual por el peso de lo que había sentido al escucharla y la visión solo atino a caerse de rodillas, viendo como su esposa era escoltada a sus espaldas por los tres emisarios del reino de fuego, observando como uno de ellos acariciaba su espalda quitándose la capa para colocársela a ella desapareciendo entre la multitud de invitados.

FRAGANCIA DE AMBROSIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora