The Same Sky 🌌

ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 22

Un ligero olor a encierro inundó todos los sentidos de Harry. Una fría corriente de aire pareció sacudir su cabello. Trago saliva notoriamente y dio un paso hacia adelante. Todo estaba un poco oscuro y sucio. El polvo podía verse en la mesita que había al costado de él, dónde se encontraba un florero con algunas flores marchitas y hojas secas esparcidas en círculo a su alrededor, reposando en un mantel tejido de hilo blanco. Arriba, colgado en la pared, yacía un espejo con bordes color hueso y caían unas cintas rojas y violetas de los costados. Harry respiró hondo, llenando sus pulmones de recuerdos. Se preguntó cuántas veces habría pasado por esa puerta y haber dejado cualquier cosa tirada sobre aquella mesa. O de cuántas veces se habrá mirado al espejo antes de salir, retocándose. Avanzó un poco más y se topó con una escalera.

« ¡Les dije que no corrieran en las escaleras! »

« ¡Harry, súbeme la ropa que está arriba de la mesa, por favor! ¡Harry! »

Más recuerdos anegaban su cabeza. El rostro de una mujer, de tez morena y pelo oscuro apareció allí. Tenía sonrisa grande, con dientes desordenados, y nariz pequeña. Labios rosados, iguales a los de Harry. Ojos enormes con un azul zafiro intenso, casi como los de Louis, y cejas finas. Tenía hoyuelos también. Era su madre, Anne. Harry sintió que todo se caía a su alrededor. Que caía hacia la nada misma, en un hueco negro y vacío, sin aire y ni luz.

Algunas lágrimas comenzaron a deslizarse por sus mejillas sin darse cuenta. Las limpió y giró a ver la pared verde pálida, donde estaba amurada la escalera. Había varios marcos con fotografías en ella, de diferentes tamaños y todos del mismo color blanco. Comenzó a verlas, una por una. Empezó de derecha a izquierda. Tres fotografías en vertical estaban en un marco horizontal. En una estaba él con una chica morena que llevaba un vestido rosa. En la del medio una chica morena con flequillo recto y hoyuelos. Era Gemma. La tercera era otra chica con dos chicos, pero ésta era rubia y pequeña y los muchachos un poco más grandes que ella. No recordaba quiénes eran. Quizás sean sus primos, pensó. ¿Sabrían ellos todo lo que les pasó?

Siguió recorriendo las imágenes. Había otra foto de él en grande más abajo, donde parecía ser tomada de la escuela, por el uniforme. Recordó ese día.

Él quería que su madre lo peinara con un poco de gel en el cabello, pero ella le dijo que no podía, porque era una foto escolar y tenía que salir bonito. Pero Harry se encaprichó y terminó con algunos pelos de punta en la cabeza. Él estaba feliz.

Recorrió algunas más. Había otra más grande suya de más pequeño. Era rubio, tenía flequillo y pelo lacio. Grandes ojos verdes ocupaban su rostro. La siguiente había varia gente y parecía ser vieja. Él estaba allí junto a Gemma y Anne.

En las próximas, estaba él con su mamá. En otra con Gemma de pequeños. Otra era su mamá con un señor bastante robusto y de barba blanca. Divagó por su cabeza y recordó quién era él. Robin, el esposo de su madre. Sonrió con tristeza.

Él había entrado a sus vidas como un pequeño pajarillo. Era agradable y siempre había sido totalmente comprensible con los dos hermanos. Les tenía un gran aprecio tanto a Harry como a Gemma. Anne estaba muy enamorada de él.

Observó un par de fotos más. Suspiró y se volvió hacia atrás, dándose cuenta que había subido unos seis o siete escalones. Divisó a Louis un poco más adentro de la puerta, mirando donde él estaba. Harry asintió de la nada, sonriendo un poco. Louis le devolvió la sonrisa, pero más significativa. Bajó la escalera y se acercó a él. Al instante en que las miradas se unieron, lo abrazó como si fuera lo último que haría. Louis se sorprendió bastante, pero rápidamente le respondió, hundiendo su cabeza en el cuello del más alto.