Después de una larga noche inundada por un mar de emociones, llega la fría mañana. El despertador que está sobre un pequeño mueble al costado de mi cama había sonado aproximadamente seis veces y yo continuaba ignorándolo por la falta de sueño que tenía, había dormido una hora o dos por lo menos.
No pensé mucho más antes de pararme de mi cama, miré un momento al suelo para tratar de esquivar los pequeños vidrios que había dispersos en el suelo de mi habitación, solté una pequeña risa al notar que ni siquiera había tenido las fuerzas de quitarme las zapatillas, me dirigía al espejo que había roto esa misma noche. El espejo se encontraba totalmente destrozado, solo una pequeña parte había sobrevivido al impacto, voltee a ver mis nudillos y se notaban totalmente cubiertos de sangre seca que no tuve la fuerza de limpiar. Miré mi rostro y se encontraba pálido, mis ojos estaban hinchados y mi cabello se hallaba desordenado.
Sonreí débilmente a la situación y me senté al costado de mi cama, tome un pequeño paquete de toallas húmedas y comencé a limpiar la sangre de mis nudillos, la herida ardía un poco por la pequeña cantidad de alcohol que estas tenían. Después de lavar mis heridas me dirigí al baño y tomé una ducha rápida.
Al salir del baño completamente limpio, comencé a vestirme, nada especial, solo unos jeans negros con una playera color rojo. Posteriormente tomé una chaqueta gris, me puse cada una de mis zapatillas y salí rápidamente de mi habitación.
Al llegar al piso de abajo no vi ningún rastro de que alguno de mis padres se haya pasado por casa, tomé mi mochila la cual se encontraba en el sofá y me dirigí a la salida.
Antes de salir de mi casa, enfoque mi mirada a la larga ventana que hay al costado de la puerta y me percaté que el auto de mi padre se encontraba estacionado fuera de la casa de enfrente. Ni siquiera quiero imaginarme que hace ahí, no debe de ser algo de lo que debería sentirme orgulloso de saber.
Tomé las llaves de mi bolsillo trasero y abrí la puerta, al salir noté que el césped se encontraba totalmente húmedo y el suelo estaba cubierto de charcos de agua por la tormenta de esa misma noche. El cielo es color gris y no logro ver ninguna nube en el. Caminé sobre el suelo pavimentado que había en el centro del patio delantero y fijé mi curso hacía el colegio. Mientras caminaba decidí tomar mis audífonos del bolsillo frontal de mi mochila junto con un pequeño reproductor y coloqué un viejo casete que me regaló mi abuelo antes de morir. En el transcurso hacía el colegio, ignoré todo tipo de sonido exterior, me enfocaba en la música que sonaba en mis audífonos, veía autos pasar con algo de prisa, pero solo enfocaba mi vista al suelo.
Esta vez llegué a tiempo al colegio, todos estaban en la entrada despidiéndose de sus padres o conversando con sus amigos, solo miré de reojo al guardia encargado de la puerta y entré rápidamente.
Cuando crucé la entrada fui directamente a mi casillero a sacar un par de libros para las clases que tendría a lo largo del día. Al terminar, cerré mi casillero y me voltee para partir de ahí. De pronto sentí que alguien me empujó con cierto desprecio.
- Fíjate, imbécil – Dijo el antes mencionado.
Era Josh, caminando junto a Blake, el más popular del colegio.
Cuando me dí cuenta, solo pensé que no me había visto bien o solo tenía demasiada prisa. Quería ignorarlo pero no podía, la duda me consumía.
¿Qué había cambiado en Josh? ¿Había hecho algo mal ayer?
Crucé la puerta de mi salón de clases y como era de costumbre todos se encontraban conversando sobre la tarea que no se habían dignado a hacer, me senté hasta el fondo como suelo hacerlo normalmente.
Josh cruzó la puerta de mi clase, al parecer había quedado en mi salón de clases, se sentó en la otra esquina de éste, no sabía porque estaba evitándome, esperaría respuestas en el receso. Después de varios minutos, la maestra había llegado, parecía de buen humor hoy.
- Buenos días chicos, el día de hoy tenemos a un compañero nuevo – Soltó muy entusiasmada - ¿Quieres pasar a presentarte?
- La verdad, no – Dijo Josh de manera grosera y dejando a todos sorprendidos.
- Anda, no será ni un minuto – Soltó la maestra nuevamente muy entusiasmada.
- Esta bien – Escupió – Bueno, mi nombre es Josh Dun, soy de Ohio y tengo 16 años – Dijo de manera directa y sin expresión - ¿Ya me puedo sentar?
- Si, Josh, toma asiento – Respondió de manera seria.
Josh rodó los ojos y caminó hacía su asiento con cara de desprecio. Ese no era el Josh que había conocido ayer, este Josh es grosero y descortés, ni siquiera me ha dirigido la mirada y no puedo más con esto, necesito respuestas.
La clase fue larga y aburrida, como siempre, hasta que llegó la hora del receso, tomé mis libros de mi respectiva mesa y los guardé en mi mochila.
Josh salió rápido del salón de clases, como si lo estuvieran persiguiendo, creo que la maestra ni siquiera había terminado de decir que era la hora de salir cuando el se fue.
Caminé por el largo pasillo principal del colegio buscando a Josh, cuando lo vi caminando, me acerqué lentamente a sus espaldas con intenciones de jugarle una pequeña broma.
Corrí hacía él y le puse rápidamente el pie para que se tropezara, no salió como pensé y Josh cayó al suelo, no se le veía feliz.
- ¿Qué mierda te pasa, imbécil? – Escupió muy enojado.
- Woow, ¿con esa boca besas a tu madre? – Dije, bromeando y con una risa bastante fuerte.
Josh en ningún momento sonrió, eso fue lo último que pude notar antes de sentir un fuerte golpe en mi estomago. Éste hizo que cayera al suelo y Josh solo siguió golpeándome.
¿Qué está pasando contigo, Josh?
Dudo de ti.

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NOT TODAY
FanfictionAlgo extraño creado por mi mente, se apodera de mi en mis momentos de vulnerabilidad, lo he llamado Blurryface y por más que he luchado nunca he podido sacarlo de mi mente. IG: monsterchrisc