L O V E L Y

76 8 2
                                    


 Lo que debió de ser un horrible día se había convertido en probablemente el mejor de toda mi vida. Las horas pasaron, aquel cielo azul adornado por pequeñas nubes dispersas se había tornado de un color oscuro, por lo evidentemente tarde que era.

No quería irme de aquel parque, mucho menos quería dejar de conversar con Josh, cada palabra que salía de su boca era como si fuera calcada de mis pensamientos, como si hubiera abierto mi cabeza y se hubiera puesto a analizar cada rincón de mi mente.

El día comenzó cálido, pero se tornó frío y gris después de varias horas sentado bajo ese enorme roble. Ninguno de los dos pretendíamos dejar la conversación, pero notaba la incomodidad que el frío le provocaba a Josh.

De inmediato pensé en invitarlo a mi casa, total, mis padres nunca estaban y sabía con certeza que no volverían pronto. Pero antes debía pensar las cosas como una persona madura y que razona las cosas.

¿Era prudente invitar a mi casa a una persona que conocí hace tan solo unas horas?

Si, sí lo es para mi.

Decidí hacerlo porque necesitaba saber más de él, no podía quedarme simplemente así.

- ¿Quieres ir a mi casa? – Dije de una manera rápida y directa.

- No lo sé, ¿Cómo puedo asegurarme de qué no eres un secuestrador de niños? – Dijo en tono de broma y tratando de no reír.

- Siempre existe una posibilidad – Dije con voz sarcástica - ¿Deberías arriesgarte a eso?

- Solo si me aseguras que seguiremos conversando y que me alimentarás – Dijo con un tono entre serio y gracioso.

- Me agrada esa idea – Dije – Vamos, no vivo muy lejos de aquí

Los dos nos levantamos del suelo cubierto por el césped, sacudimos nuestros pantalones y comenzamos a partir a mi casa. En el transcurso del parque a mi casa, solo nos enfocamos en bromear entre nosotros.

Era increíble como en tan solo unas horas habíamos creado una conexión tan fuerte, era como si nos conociéramos desde hace muchísimos años.

Cuando ya nos aproximábamos a mi casa, pude notar a lo lejos que como era de esperar ninguno de los autos de mis padres estaba, entonces de inmediato asumí que habían salido a algún bar o algún hotel lejano con alguien más.

Solo bastaron un par de minutos para llegar a casa, saqué las llaves de mi bolsillo trasero y abrí cada uno de los cerrojos de la puerta.

- Pase, señor William – Dije con voz grave y con tono de broma.

- Muchas gracias, señor Robert – Dijo en respuesta a mi pequeña broma.

Cuando entramos, de inmediato sentí el cálido ambiente que la calefacción creaba. Mi madre siempre se quejaba de lo alta que era la factura de luz, pero de igual manera la dejaba encendida. Tan solo unos segundos después de entrar y asegurarme que Zack no haya hecho una de sus frecuentes fiestas, encendí las luces para acabar con esa dantesca oscuridad.

Josh entró y de inmediato se sentó en el sofá. Yo por mi parte fui a la cocina a buscar algo de comer, porque en verdad moríamos de hambre.

En una de las muchas alacenas encontré un par de sopas, supuse que a Josh le gustaría comer eso, todos aman las sopas. Tomé las sopas, les añadí un poco de agua y las coloqué en el microondas. Mientras se calentaba nuestra comida, me fui a sentar con Josh.

- ¿Podemos ver la televisión? – Dijo con una enorme sonrisa.

- Si claro, enciendela y pon lo que quieras – Dije.

A mi en lo personal, no me gusta ver la televisión, lo único que hay ahí son cosas que tu esperas ver, ahí la gente no expresa verdaderos sentimientos y eso no es de mi interés.

Mientras Josh mira la televisión no puedo dejar de ver su cabeza, apuesto que su imaginación es más hermosa que su cabello. 

NOT TODAYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora