Bang Bangtan| Reacciones

Diecinueve|JiMin

—¡No puedo salir al escenario, Haneul!

Dijo el rubio escondiendo su rostro entre sus piernas. Llevaba así un rato con los chicos por lo que te hablaron para que le ayudaras. Se supone que eran mejores amigos desde que comenzaste como trainee de la compañía JYP.

—Minnie, claro que puedes. Sal allá afuera, quedan muy poquitos minutos para que comience el concierto—pediste a el chico que aún no quitaba su pose.
—Es muy fácil para ti decirlo. No tienes vergüenza ni de qué preocuparte al estar enfrente de mil personas—murmuro—apenas eres una trainee, no sabes nada.

Algo punzo en tu pecho ese algo pedía que te alejaras de JiMin, él se dio cuenta de sus palabras y te volteo a mirar. Se levantó y te tomo entre sus brazos.

—Lo siento, Han. No quería sonar así, simplemente...Estoy muy nervioso, puedo quebrar otra vez mi voz en mi canción solista y me da miedo hacerlo—dijo bajito mientras sus manos temblaban—A veces quisiera ser como JungKook, él es sumamente perfecto para cantar o como HoSeok, envidio tanto su danza.

Y te soltó haciendo pucheros que probablemente terminarían en lágrimas por parte del coreano.

Rodeaste su cintura entre tus brazos haciendo que él se acurrucara entre tu cuello. Sabías que era muy complicado, por más que le dijeras que él era perfecto como era jamás escuchaba. Quería ser el mejor en todo pero según el "por más que lo intentara nunca sería alguien bueno".

Lo soltaste poco a poco.
—Mírame, ángel—pediste.
El rubio te miro con extrañeza al haber escuchado ese raro apodo.
—¿Ángel?—preguntó con sus ojos hinchados y rojos.
—Ángel o demonio, como prefieras, cariño—dijiste.
—No entiendo porqué me llamas así, Haneul—confundido hizo que le miraras a los ojos.

Lo sentaste y te sentaste a su lado, él bajo su cabeza y tú la subiste de nuevo haciendo que te mirara fijamente.

—Tienes una voz de ángel, JiMin, es tan hermosa y delicada que podría morir entre tú voz y tu alma—él chico se sonrojó—pero cuando bailas...Cuando bailas Park eres un jodido demonio. Eres capaz de ir al infierno y llevar a cualquiera contigo para demostrarle que tú mandas, que tú cuerpo es arte, que tú eres arte.

Para JiMin eso era lo más hermoso que alguien le hubiera dicho en toda su vida. No sabía cómo reaccionar ya que estar contigo era como recibir energía para continuar.

—Eres precioso, JiMin. Tú alma es preciosa—seguiste—JungKook es un increíble vocalista y eso es maravilloso, los pasos de HoSeok nunca se podrán comparar a ti porque cada quien tiene lo suyo. Te esfuerzas siempre y aún no te das cuenta qué tal y como eres estás perfecto—tomaste sus manos y él las apretó ligeramente. Su corazón latía fuerte.

—Ve allá arriba, ángel. Seca tus lágrimas y deja todo de ti en el escenario como lo has hecho desde hace años—enjuagaste las pequeñas gotitas con tus dedos y él sonrió tímidamente.

Se acercó un poco más a ti y te besó, se besaron por primera vez. Eran muy idiotas al no darse cuenta que se amaban mutuamente, que ambos eran su motor para seguir.
Pero aquella noche ni JiMin ni tú pudieron olvidar cuánto se querían.