Bang Bangtan| Reacciones

Cincuenta y dos| YoonGi

"La propuesta"

Antes.

—¿Entonces le gusto?—preguntó YoonGi a NamJoon quien rodó los ojos de inmediato.
—Min YoonGi, para ser un casi genio musical eres un estúpido en cuestión de amor.

YoonGi le dio un golpe en la cabeza al líder.

—Ey, no dejo de ser tu Hyung, respeta mocoso—pronunció con el ceño fruncido.

—Entonces...¿le gusto de verdad?—cuestionó de nuevo.

Y NamJoon se dio un golpe a si mismo antes de insultar de nuevo al ojos gatunos.

Ahora.

Ahí estaba Choi Haneul, parada con un vestido azul que le llegaba hasta la mitad de los muslos esperando por YoonGi.

"Nos vemos a las 7:30 en el restaurante de siempre" había dicho convincente.

Pero no. Eran las 9:30, el restaurante estaba vacío y Min YoonGi no llegó.

Haneul tomó su pequeño bolso (que realmente no llevaba nada pero quería verse femenina para el chico que le gustaba) y decidió que ya era muy tarde y que quizá YoonGi lo había olvidado.

Cuando estuvo a punto de salir de el lugar una figura delgada chocó contra ella. Cuando miro un poco más arriba observo los ojos cansados bajo el cabello revuelto y decolorado de Min.

—Espera, por favor, no te vayas—pidió YoonGi con ojos que rogaban—sé que es muy tarde y sé qué tal vez no vale la pena.

Haneul cruzó sus brazos.

—Relamente quería llegar a este lugar, quería pedir el mejor vino y tú pastel favorito—trago saliva duramente—quería venir en traje, por más cursi que sea eso sé que te gusta.

La chica se inmutó al no entender que sucedía.

—HoSeok dijo que era una buena idea traerte Hortensias porque son tus flores favoritas, pero fui a la tienda, es más, fui a 5 tiendas y no habían en ningún lugar. Cuanto lo siento...

Yoongi hablaba rápidamente, Yoongi jamás hablaba a esa velocidad.

—Sé que lo he jodido todo—agachó su cabeza—que no me han terminado de poner el tinte nuevo, que mi playera parece que la traigo de un basurero y que el cabello esta horrible.

Y la miro, y tomo sus manos heladas de Haneul. Se dio cuenta de eso, así que las calentó con sus manos.

—Yo...Nunca me había enamorado, ¿Sabes?—siguió—pero entonces llegaste un día torpemente a una cafetería y derramaste café en mi playera favorita.
No sabes cuánto te odie—murmuro bajito.

Haneul lo miraba sin mover su atención.

—Pero entonces mi corazón comenzó a latir y pensé que estaba enfermo por haber salido del país sin mucho abrigo. Pero Jimin-ssi dijo que era por una persona, lo cual me pareció absurdo.

—¿Entonces?—preguntó Haneul al mirar al chico nervioso.

—Quería que hoy fuera un día perfecto...Pero no lo fue.
Haneul, no te amo, pero mi corazón late por ti, mis labios quieren sellarte y mis brazos jamás soltarte. Sé que tengo la apariencia amargada, que me estreso fácilmente y que suelo ser muy directo. También sé—resopló—que muchos chicos están a tu alrededor y que casi nunca tengo tiempo, y menos para mi mismo. Pero realmente te necesito para...Vivir.

No sabía cómo preguntarlo así que Haneul tomó sus mejillas regordetas entre sus palmas obligándolo a mirarla directamente a los ojos.

—¿Quieres que seamos novios?—preguntó ella.

El asintió.

—Es como si hubieras sido hecha para mi, y yo me siento en casa cuando estás tú. Te quiero tanto...

Haneul lo acercó a ella y el casi rubio amarró sus manos detrás de la cintura de la chica. Ella tomó el primer paso y tomó sus delgados pero dulces labios entre los suyos. Y sonrió en medio del beso.

—¿Eso qué es?—preguntó embelesado.
—Un sí, Min YoonGi.