Cuarenta y cinco| Yoongi, pt2

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Mi celular sonaba, decidí mirar la pantalla.
Al mirarla el nombre de "Jinnie" se asomaba entre las luces así que decidía ignorarlo. Amaba a los 6 chicos restantes pero justo ahora todo lo que tuviera que ver con Min Yoongi me daba totalmente igual.

No fue la única voz que sonó, lo hizo más de 10 veces y el tono de mensajería no me dejaba en paz. Yoongi marcó la pantalla de nuevo, con su nombre antiguo Azul Cielo. Y ahí fue cuando estallé, ¿cómo se atrevía a siquiera llamarme después de lo sucedido? Incluso si ya había pasado un mes de aquel engaño mi corazón estaba más roto que nunca.

En un ataque de ira, de decepción y tristeza aventé el celular que se hizo añicos de inmediato. No me importo, Yoongi y sus recuerdos entre imágenes, canciones y pequeños textos estaban rotos también y eso me hacía sentir...Jodidamente igual.

No recuerdo a qué hora me quede dormida, pero al abrir los ojos gracias a los truenos del cielo me di cuenta que llamaban numerosas veces a mi puerta. Me senté en el sofá tomando mi adolorida cabeza de tanto llorar entre las manos, suplicaba que no fuera ninguno de los niños quién estuviera allá afuera.

Pero el cielo volvió a soñar y con el se soltó una tormenta aguda.

—¿Quién es?—cuestione a través de la puerta.
—Haneul, sabes que soy yo, soy NamJoon, ábreme por favor—suplicó con su gruesa voz.
—Lárgate si has venido por tu querido amigo. Por más que tú seas su cuidador se debería de dar cuenta que ya está grandecito como para hacerse cargo de todas sus tonterías.
—Haneul—pidió ignorando lo anterior—ábreme, joder que me estoy mojando horriblemente.

Y lo hice, porque me importaba NamJoon, no el imbécil de Yoongi.

Tomé la manta que anteriormente tapaba mi cuerpo para pasarla por el gran cuerpo de el chico que estaba frente a mi.

—Gracias—dijo con voz más calmada.
—Nam, pediré un taxi, necesitas irte—susurre tomando el teléfono que luego el me arrebato.
—Escucha, Haneul, Yoongi te necesita—dijo usando el mismo tono de voz mientras tomaba mi brazo.
—arrebate mi cuerpo de su agarre—Escucha, NamJoon, tu eres mucho más inteligente que los otros, más maduro. Entenderás que no quiero verlo otra vez.
—Han, el realmente te necesita—repitió
—¡POR QUÉ NO ENTIENDES QUE CASI SE COGE A UNA PERSONA ENFRENTE DE MI, QUE ME PIDIÓ QUE ME FUERA PARA QUE NO ANDUVIERA DE FISGONA!—grité alterándome—o claro, tu amiguito no te dijo eso.
—Lo hizo, Haneul. Pero todo tiene un porqué.
—Solamente le deje de servir, ya entendí Joonie. Deberías entenderlo también—dije con los ojos aguados.
—Yoongi está mal, Haneul, no sale de el estudio, no habla, no come, no nada. Ya van 5 presentaciones que no actúa, por favor, por favor, Han. Se que lo amas, y se que es un hijo de puta pero todo tiene una explicación.

Los ojos de NamJoon rogaban, así que rogué a Dios que mi corazón no se rompiera aún más.

Lo hice por NamJoon, no por el imbécil de Yoongi.

Y nos dirigimos allá

Bang Bangtan| ReaccionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora