¿Y si es ahora? || Albalia

X - Really?

Narra Alba.

En mi cabeza resonaban las últimas palabras que Natalia había balbuceado contra mi cuello antes de desmayarse en mis brazos. No se cuánto tiempo estuve manteniendo ese peso muerto totalmente en shock sobre mis brazos, en la calle reinaba un silencio que se interrumpió con los pasos apresurados de África que corría hacia mi mientras gritaba a Maria y a Pablo para que vinieran a nuestro encuentro.

En cuanto la morena llegó a mi lado se puso enfrente de mi mirándome a los ojos, vi como sus labios se movían, pero yo solo escuchaba el sonido de mi corazón retumbar en mis oídos. Fui consciente de como intentaba mover a Natalia que seguía enganchada a mis hombros, pero ni su cuerpo respondía ni mis brazos dejaron de sujetar su cintura y no dejaron de hacerlo hasta que Pablo me la consiguió quitar de encima dejando una sensación de frío en mí que desapareció cuando la Mari me abrazó y me cogió de la cara para conectar nuestros ojos.

- ¿Estás bien? ¿Te ha hecho algo? - Me preguntaba algo agitada mientras examinaba cada centímetro de mi cara.

"Piensas que lo sabes todo, te piensas que todo ha sido fácil..." esas habían sido las últimas palabras de Natalia antes de caer redonda y esas eran las únicas palabras en las que podía pensar. También era consciente de que si no contestaba a mi amiga seguramente le diese un ataque de pánico, así que hice un esfuerzo por respirar hondo.

- Está todo bien, creo - Levanté la vista y me fijé en el cuerpo que sujetaban a duras penas Afri y Pablo y sonreí amargamente. - Bueno, ella no es que esté muy bien, ¿qué hacemos con esto Mari?

Ella me miraba aun intentando descifrar si era verdad lo que le había dicho, se giró hacia su novio con el que tuvo una especia de conversación de miradas que debió durar unos 5 minutos hasta que Maria resopló volviendo a mirarme. Abrió la boca para hablar y justo cuando empezaba a salir la primera palabra de sus labios se volvió a Pablo nuevamente.

- No me parece justo Pablo, ya has visto como nos ha tratado en la discoteca ¿Nos hace eso y tenemos que llevárnosla a nuestra casa? ¡Como si ella fuera a hacer lo mismo! - Decía bastante alterada. - A parte, tenemos el número de su... De Miguel, no nos cuesta nada llamarle y decirle que venga a por ella.

- Nena sé que estás enfadada, pero tienes que calmarte. Sabes de sobra que su hotel está muy lejos de aquí y llamar a Miguel solo le causaría problemas. - Dijo Pablo intentando tranquilizar a Maria que se pasaba una mano por el pelo y me apretaba con fuerza mi mano con la otra.

- Mari cariño sabes perfectamente que la Nati Natasha en un momento difícil daría todo por nosotras. - Argumentó Afri mientras intentaba mantener la cabeza de Natalia en alto.

- Se viene con nosotras a casa. - Básicamente susurré con el hilo de voz que tenía y con la mirada algo dudosa de la Mari nos dirigimos a casa.

Al llegar Natalia parecía estar volviendo un poco en sí, así que la dejamos sentada en una silla del salón y mientras Afri iba a por una vaso de agua la parejita colocaba el sofá para que Nat lo pudiese usar como cama, yo algo dubitativa la dejé sola para ir lo más rápido corriendo a mi cuarto a por alguna camiseta que pudiera usar como pijama "Vuelves a tu dueña." pensé al encontrar la camiseta que Nat me había regalado antes de salir de OT. Por fin pude respirar hondo y relajar un poco los músculos que habían estado en tensión prácticamente toda la noche, o eso creía yo porque de repente se escuchó un ruido desagradable seguido de un golpe seco proveniente del salón y efectivamente, ahí estaba Natalia vomitada entera y tirada en el suelo farfullando cosas. Vi las miradas de asco que cruzaron mis amigas ante la escena y esta vez fuimos Pablo y yo quien la levantamos para volverla a sentar en la silla.

- Afri, tu y yo nos llevamos a esta penca a la ducha, Pablo cariño ¿puedes limpiar toda esta raba? - María claramente más relajada había tomado el mando de la situación al ver que estábamos todos un poco perdidos. - Albita termina de prepararle el sofá para que duerma y deja un cubo cerca por si acaso quiere echar la papilla otra vez.

Sin decir nada todos hicimos los encargos que La Mari nos había dado. Sé de sobra que el enfado que tenía antes con Natalia era por que la admiraba muchísimo y realmente le había dolido que nos ignorase de aquella manera tan descarada, pero salta a la vista que haría lo que fuera por ella. Cuando hube dejado listo el sofá me alejé un poco mirando como lo había dejado y caí en que Natalia no iba a caber tumbada en él. Sabía de sobra lo que significaba, resoplé mientras frotaba mi frente y arrastrando los pies llevé el cubo a mi habitación, yo era la única que cabía en aquel diminuto sofá.

- Parece buena y todo ¿verdad? - Dijo Afri mirando a Natalia que ya estaba durmiendo plácidamente entre mis sabanas. María y Pablo se habían ido a dormir no hacía mucho tiempo pues la morena y yo nos habíamos ofrecido para ocuparnos de meterla en la cama. - Cari vamos a dormir, que no creo que esta zorra nos de mucha conversación.

- Gracias por todo, en serio. - Susurré mientras salíamos de la habitación. - No sé qué haría sin vosotras.

- Esperemos que no lo tengas que averiguar. - Dijo al mismo tiempo que me guiñaba un ojo y se iba a su dormitorio. Y fue con esa especie de sabor agridulce con el que me conseguí dormir.

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"Albi...

no me odies por favor.

Piensas que lo sabes todo, te piensas que todo ha sido fácil...

nada es fácil...

nada es..."

Un ruido me despertó, algo desubicada noté como Lola se subía al sofá y se acurrucaba a mi lado. Levanté la vista y no daba crédito a la imagen que tenía ante mis ojos, Natalia estaba enfrente de la puerta de mi casa a punto de irse. Me aclaré la garganta para hacerla notar mi presencia, pero al parecer no se dio cuenta así que tomé una medida un poco más drástica.

- Parece que va a ser costumbre que te vayas sin despedirte. - No me escondo, me reí al ver como se giraba con los ojos abiertos como platos y empezaba a balbucear, "esto va a ser divertido."