No os voy a mentir, el día siguiente me lo pasé acariciando a Lola metida en la cama. Tanto María como Áfica se asomaban de vez en cuando intentando animarme y sacarme de la habitación, claramente sin conseguirlo. Debían ser las 20 cuando las empecé a escuchar cuchichear en el salón "mala señal" pensé para mis adentros mientras instintivamente me escondía debajo del edredón.
- Afri no me mires así que sabes que va a ser lo mejor. - Susurró María tras mi puerta.
- Ya... pero es una medida un poco extrema Mari - Se hizo un silencio - Aunque por otra parte no nos ha dejado otra opción... venga, va dale tía.
Pasaron unos minutos hasta que algo extrañada escuché como movían lo que parecía una silla del salón. Algo confusa estaba por asomar la cabeza cuando escuché la puerta de mi habitación abrirse, como depositaban algo con cuidado cerca de mi cama y unos apresurados pasos que salían de mi habitación que entre risas ahogadas cerrando la puerta. Silencio de nuevo, no entendía nada.
- ¿De verdad te vas a quedar así de tiradiña todo el día? - Abrí los ojos de golpe a la vez que me destapaba en busca de la persona que me había hablado con ese acento tan característico. Para mi sorpresa no encontré a nadie en mi habitación. - Oye, ¡que estoy aquí!
Fue en ese momento cuando me fijé en que el portátil de Afri estaba apoyado en la silla del salón y dentro de él estaba la imagen de Sabela mirándome con el ceño fruncido, ahora lo entendía todo "Serán cerdas..." maldije a mis amigas. Sabía que la habían llamado porque era la única persona a la que iba a hacer caso dijera lo que dijese. Ante la situación estuve muy tentada a volver a esconderme en mi cama, pero fue notar la mirada seria de mi amiga que parecía estar leyéndome la mente y pensármelo mejor.
- Pensé que estabas aquí... - La miré haciendo un puchero exagerado, sabía que era su debilidad y efectivamente sus ojos cambiaron al instante a los tiernos con los que siempre solía mirarme.
- Mi niña sabes que no puedo. Desde que terminó la gira es un no parar de hacer conciertiños por aquí y por allí y ya sabes que el poco tiempo libre que tengo lo paso en casa con Loliño y Chus, pero prometo ir a haceros una visita dentro de poco.- Sonreí ante aquella noticia, aunque ya no hablásemos tanto como antes cada semana recibíamos un mensaje suyo diciendo que esperaba que todo nos fuera bien y que tuviéramos mucha salud "Si es que es tan madre...", se me ensanchó la sonrisa al pensar en tal verdad. - Bueno, ¿me vas a contar tu porque me han llamado esas dos pencas pidiéndome auxilio o qué? - Noté como mi sonrisa desapareció al instante.
- Nada... lo de siempre... ¿Te han contado lo que pasó en la cena? - Resopló desde el otro lado de la pantalla mientras asentía lentamente. - Me duele tanto Sabela, pensé que había olvidado todos esos sentimientos, pero fue verla y todos volvieron a salir, ¿te puedes creer que no se iba a disculpar? Me rompió el corazón...
- Pobriña... la verdad es que poco puedo decirte que no sea que salgas de una vez de la cama y afrontes esto como la mujer fuerte y valiente que eres. ¿Qué ella se está comportando como una tonta? Sí, pero tú no tienes por qué seguir su ejemplo ¿no? - Bajé al colchón la mirada sabiendo que tenía razón. - Por eso vas a salir esta noche de parranda o como lo llaméis vosotras.
La miré con incredulidad, pero antes de poder negarme entraron mis dos compañeras de piso y se abalanzaron sobre mi gritando cosas imposibles de entender. Estaba condenada ya era oficial, esta noche iba a salir de fiesta aunque no quisiera. Miré pidiendo clemencia a Sabela que se divertía viendo como mis amigas cogían en brazos a Lola que se revolvía maullando algo incómoda.
- ¡Venga niñas! ¿A qué esperáis? Id a prepararos. - Hizo una pausa mirando el reloj, levantó 3 dedos y fue bajando uno a uno, cuando el puño estuvo cerrado todas la miramos extrañadas a lo que ella contestó guiñándonos un ojo con una sonrisa que se hizo más grande al escucharse como se abría una puerta y a Chus pidiéndole a Lolo que se sentase para quitarle la correa, esta mujer tenía que ser bruja. - Os dejo que ya han llegado mis hombres, os quiero pequeñas.
- ¡Te queremos! - Dijimos las 3 al unísono lanzándole besos.
- Bueno, ya la habéis oído. Manos a la obra que esta noche ¡se quema Madrid nenas! - Gritó la rubia saltando de mi cama, debió verme algo distraída mientras jugueteaba con Lola pues con un rápido movimiento me quitó el edredón ganándose una mirada de odio por mi parte que ignoró completamente guiñándole el ojo a África que se levantó al instante.
- Vamos a ponernos más buenorras de lo que ya estamos y a maquillarnos estas caras de patata que tenemos. Rubia en media hora te quiero en el salón vestida, que te voy a hacer un make up fantasioso. - Decía mientras salía de mi habitación cogiendo de la mano a María que me señalaba amenazadoramente con el dedo.
No me apetecía mucho salir así que me puse una camiseta de tirantes blanca, una chaqueta negra por encima y eso junto a unos vaqueros ajustados y mis zapatillas blancas de plataforma era básicamente mi outfit para "quemar Madrid" aquella noche. Menos mal que África tiene un don para arreglar caras y aunque los milagros no existen consiguió difuminar mis ojeras bastante bien.
- Cariño me has hecho el eyeliner más Puntiagudo Del Panorama Español. - Dije moviendo excesivamente las manos como hacía Julia en la academia, era imposible no acordarse de ella y de sus increíbles bromas. Como la echaba de menos, uno de estos días sin falta la tenía que hablar.
- Nena es más afilado que el humor de la perra de Juls, creo que debería empezar a cobraros por haceros esas obras de arte en la cara. - Contestó la morena haciendo como si se quitase polvo de los hombros con la mano.
- Menos mal que eres mi mejor amiga por que vaya cuadro de persona eres a veces, chulita mía. - Le respondió María cerrando la puerta de casa. - ¿Queréis que vayamos a probar el sitio que nos recomendó Pablo el otro día? Dijo que la música que ponían era un mantecón y que conocía a un DJ que si queríamos nos dejaba subir a pinchar un par de canciones.
Afri y yo aceptamos el plan, con todo el lío de las reuniones con Universal, las ruedas de prensa, entrevistas etc, hacía mucho que no salíamos de fiesta. El local estaba a 3 paradas de metro de nuestra casa así que 10 minutos después ya vislumbrábamos a lo lejos la entrada, aproveché para liarme un piti mientras que Maria estaba llamando a Pablo, que ya estaba dentro, para que saliera y así nos fuera más fácil llegar a donde estaban sus amigos. Me costaba reconocerlo, pero estaba muy contenta por haber hecho caso a Sabela, ¡si es que nunca falla, siempre lleva razón!
A los pocos minutos salió Pablo y tras el apasionado beso que se daban él y La Mari en forma de saludo nos invitó a entrar y eso hicimos después de que terminase de fumarme el cigarro. Al entrar el ritmo del reggaetón antiguo nos invadió y las tres saltamos de ilusión mientras Pablo nos guiaba hacia la cabina del DJ. Una vez allí pude analizar el local un poco más detenidamente, era un antro bastante oscuro de hecho si no fuera por las numerosas luces de neón que adornaban las paredes no podría ver absolutamente nada. Hice un barrido rápido para ver el ambiente y justo cuando creía que mi noche iba a ser increíble me encontré con unos ojos que parecían estar clavados en mi figura, sus ojos.
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¿Y si es ahora? || Albalia
Hayran KurguHan pasado medio año desde que los concursantes salieron de la academia, la final fue muy igualada entre Natalia, Alba, Julia, Maria y Famous pero al final fue la primera quien se llevó el premio. Alba, Maria y Africa se consiguieron mudar a Madrid...