• V I G É S I M O S É P T I M O •

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~Santa debe llevarse las cartas y no debemos dejarlo pasar.~

8 de diciembre.

Era una bonita tarde en la cual el clima de la ciudad de Seúl era inestable: nubes negras, lluvias fuertes pero aisladas y el gélido clima no acompañaba para nada. Era terrorífico vivir en un séptimo piso cuando el viento soplaba tan fuerte ya que sonaba feo para los pequeños de tres, cuatro y cinco años. Era una de las primeras tormentas que los pequeños vivían en el edificio y, menos mal, que el clima en la mañana se había comportado y habían podido asistir y volver de la escuela. 

—Appá, ¿cuándo acabarán esos horribles sonidos? —Inquirió el de sonrisa cuadrada con su peluche de felpa en manos y un rostro que reflejaba terror.

—No hay nada de qué temer, TaeTae. No pasará nada, son solo ruidos que se producen por el viento. —Sonrió Seok-Jin abriendo la última bolsa de decoración navideña, le estaban encantando las decoraciones que ayer su pareja había conseguido.

—¿Seguro?

—Ya hemos hablado de esto, cariño, appa Nam y yo somos mágicos. —Sonrió acariciando la mejilla del menor sacando una pequeña sonrisa de él y le guiñó el ojo, divertido. —No hay nada de qué temer, ¿okey? —El pequeño asintió abrazando al peluche de felpa. —Ve a ayudar a tus hermanos a acomodar las ramas del árbol que ahora le pondremos las decoraciones. —Tae Hyung asintió dejando al pequeño peluche de felpa en el sillón del salón acompañando a sus hermanos a acomodar las ramas del árbol de navidad falso de color verde y con partes blancas.

Nam-Joon bajó las escaleras con la última bolsa de decoración navideña con una sonrisa al ver a los cinco pequeños involucrados en el árbol y a Seok-Jin sacando las primeras decoraciones a colocar en el árbol. —¡Aquí pueden a empezar a utilizar estas decoraciones! Yo les iré diciendo como las van a poner, traten de que quede todo bien distribuido y no todo en un mismo sector. —Los niños corrieron a él tomando las primeras decoraciones para correr al árbol y colocarlas con esmero y bajo las indicaciones de su padre.

Joon se colocó al lado de su pareja y ambos observaban a los pequeños decorar el árbol. —Ha sido una buena idea, no sabía que les haría tanta ilusión. —Murmuró Jin apoyando su cabeza en el hombro de su pareja.

—A Tae Hyung y Jimin les encantaría que tuviésemos una chimenea para colgar calcetines y estos se llenen de dulces cuando Santa llegue pero... no tenemos chimenea. —Suspiró apoyando su cabeza sobre la de su pareja, levemente, sin molestar. —Cómo en tan poco tiempo el departamento nos ha quedado chico... —Sonrió.

—Por ahora la casa nos queda, con lo justo y necesario pero... cuando los niños quieran su privacidad, estar con sus amigos y esas cosas, será mucho más difícil y deberemos plantear el mudarnos a una casa más grande. No digo hacer habitaciones para cada uno porque me parece demasiado pero si... algo más grande, como la casa de mis padres.

—No pienses en el futuro Jinie, disfruta lo que está sucediendo ahora que es nuestro primer árbol de navidad como siete miembros, como una familia. —Sonrió dejando la siguiente decoración a colocar. —¡Aquí tienen la siguiente niños! —Alertó Joon a lo que los niños corrieron a tomar más decoraciones para colgarlas en el árbol. —¡No no! ¡Xiumin ven aquí! ¡El árbol no es para jugar! —Elevó el tono Nam-Joon alertando a sus pequeños y este se separó de su pareja para tomar al pequeño can. —Perro malo, no desarmes el hermoso árbol que los niños están haciendo para navidad. ¡Está quedando hermoso! —Los pequeños largaron pequeñas risas seguidas de Seok-Jin y una pequeña sonrisa de Nam-Joon quien tenía el can en sus manos y este le lamía el rostro con cariño. —¡Ahora estoy lleno de babas! —Exclamó soltando al can quien se dirigía victorioso a la cama que tenía bajo las escaleras y Joon corría a lavarse el rostro.

[NamJin] ¿Una familia?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora