[NamJin] ¿Una familia?

• T R I G É S I M O N O V E N O •

~Lo sentimos appá.~

29 de enero.

Seok-Jin bajó las escaleras haciendo que las travesuras que aquellos cinco se encontraban haciendo frenaran en seco, en especial para Tae Hyung y Jimin que ya sabían más o menos por dónde iban los tiros de todo lo que habían hecho.
Tae se levantó del piso mientras que Jimin se bajó de la espalda de su hermano observando seriamente a su padre con cierta cara de arrepentimiento y luego se escondió en el enorme traje que portaba ya que si hundía su cabeza detro del traje este quedaba armado. —No les diré nada por no respetar el horario de la siesta. —Añadió Seok-Jin de brazos cruzados mientras observaba seriamente a los cinco niños aunque uno estuviese oculto en su traje. —Lo que me enoja es que el perro esté comiendo galletas de chocolate cuando saben que Xiumin no puede comerlas, ¿acaso quieren que el perro se vaya? ¿O se haga daño? —Inquirió sin siquiera levantar el tono de voz.

—¿Xiumin se va a morir? —Inquirió Ho-Seok con un pequeño mohín en sus labios.

—Si siguen descuidándolo así, seguramente. —Murmuró. —Así que por favor levanten toda la mugre que han hecho, limpien bien y sigan en lo suyo pero sin gritar si no quieren que verderaderamente me enoje... ¿entendido? —Los pequeños asintieron ante la demandante y seria voz de su padre, Jimin asomó sus rasgados ojos por su traje y asintió lentamente viendo a su padre retirarse por las escaleras de vuelta a su habitación.

Yoon-Gi y Ho-Seok se observaron mutuamente corriendo directo a la manta donde el perro continuaba  comiendo aún una galleta. Lo empujaron y le quitaron la galleta de la boca, recogiendo todo con rapidez lejos de la altura del perro el cual comenzaba a ladrar reclamando la galleta que le habían robado. —No, Xiumin, appá dijo que te hace daño así que no te daré la galleta. —Murmuró Ho-Seok ayudando a ordenar a su hermano mayor mientras que los otros tres eran espectadores de todo.

Tae Hyung comenzó a largar un par de lágrimas triste de la noticia mientras abrazaba al perro quien no entendía mucho de la situación pero lamía aquellas gotas saladas que desprendían los ojos del menor. —¿Se va a morir? —Inquirió el de cinco años entre sollozos que Seok-Jin escuchaba desde la planta alta pero esperaba a que se calmara por su cuenta. —¡N-no quiero que se muera! —Lloriqueó en un tono más alto Tae siendo observado por sus cuatro hermanos.

—No... TaeTae, eso no es cierto. Appá solo lo dijo para asustarnos. —Murmuró Yoon-Gi tratando de que Tae Hyung le mirara pero este solo se había apegado al perro.

—Entonces, ¿¡por qué tú y Hobi hyung corrieron a limpiar todo luego de que appá dijese eso!? —Inquirió entre más sollozos que no parecian tener fin a lo que el mayor no supo qué responder ya que el pequeño tenía razón. —¡Dímelo! —Gritó rompiendo en un verdadero llanto a lo que el mayor de cabello oscuro bajó a toda velocidad las escaleras cargando a su pequeño que, obviamente, tenía sueño.

—Ya Tae, vamos a dormir. —Murmuró Jin acariciando la espalda del menor quien no paraba de lloriquear.

—A-appá, Xiumin se va a m-morir.

—No cariño, Xiumin no se va a morir por comer media galleta. Lo hará si ustedes le dan muchas. —Murmuró aliviando el corazón de más de uno pero dejando la marca de que debían que tener cuidado si dejaban comida en el piso. —¿Qué tal si vamos a dormir un rato si?

—¿No va a morir? —El mayor negó viendo como el pequeño se calmaba lentamente pero no dejaba de sollozar.

—¿Por qué no vamos todos a dormir? —Sugirió Seok-Jin viendo que sus pequeños ya todos tenían caras serias y que ninguna se arreglaría sin una siesta de por medio. Todos estaban despiertos desde temprano y verdaderamente necesitaban la siesta.