• Q U I N T O •

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~Cuarto paso: Adaptación.~

Veintidós de septiembre.

Seok-jin despertó debido a la incomodidad de su espalda. Un pequeño pie estaba clavado en su espalda baja algo descubierta por el pie, al menos aquel pequeño pie estaba caliente al tacto de su piel lo que lo hacía menos incómodo. Suspiró al saber que los niños, no habían superado la noche quedándose ambos en la habitación juntos.
Al girarse lentamente sobre su propio eje en la cama, observó aquellos ojos cerrados y la respiración tranquila de Tae Hyung. Sonrió al verlo acostado de una manera tan rara pero tranquila a la vez. Seok-jin lo movilizó lentamente por la cama hasta acostarlo de manera correcta y arroparlo, le depositó un suave beso en la frente y dejó la habitación abierta por si acaso.

Notó que Nam-joon ya no estaba en el piso de arriba: ni en su estudio ni en la habitación de los niños, tampoco estaba Jimin. ¿Dónde se habían metido aquellos dos?
Bajó silenciosamente las escaleras encontrando la escena más tierna del mundo: su novio se había dormido con Jimin en brazos, el cual posaba sus pequeñas manos sobre la cara de Joon. Sonrió buscando una manta con la cual cubrirlos y una vez abrigados se dirigió a a cocina a preparar el desayuno.

[...]

Nam-joon despertó, su espalda y cuello dolían como el mismísimo infierno. No se movió demasiado ya que, por la incomodidad del sillón, porque estaba todo su cuerpo entumecido. Lo único que sentía eran aquellas dos manos sobre su rostro y que había sido abrigado con una manta por alguien que era obviamente Seok-jin. Trató de levantarse cargando al pequeño niño y lo llevó al piso de arriba, a su habitación donde el pequeño Tae Hyung también descansaba pero sin su padre, sin Seok-jin.
Observó que en el piso de arriba su pareja no se encontraba así que volvió a la planta baja buscándolo en silencio, pequeños sonidos salían de la cocina. Eran sonidos suaves y no llegaban más allá del salón, obviamente Seok-jin estaba siendo cuidadoso por los niños.
Él se acercó lentamente a su pareja la cual preparaba unos pan cakes y lo rodeó cariñosamente de la cintura apoyando delicadamente su cabeza en el hombro de Jin. —Buenos días, Joonie. —Sonrió el de cabello oscuro dando vuelta a uno de los primeros pan cakes. —¿Estaba cómodo el sillón?

—Ya sabes que no. —Murmuró cerrando sus ojos lentamente en el hombro de su pareja. —Ese sillón es hermoso pero es lo más incómodo que vi.

—Si quieres ve a recostarte un rato con los niños, no sé a que hora te has levantado pero mereces dormir un poco más.

—Da igual, no ha sido nada.

[🔙🔙🔙]

Nam-joon despertó al sentirse casi al borde del abismo y así era, un pequeño niño se había metido en el medio de él y su pareja hace no hacía mucho y ya estaba dormido en aquel medio. Suspiró corriendo un poco al niño más hacia el centro dejando que Jin lo abrazara casi por reflejo.Miró su reloj el cual marcaba las cuatro y veinte de la madrugada y cerró sus ojos tratando de buscar el sueño nuevamente pero sus oídos escucharon pequeños sollozos lejos de la habitación.
Se levantó rápidamente de la cama, sin siquiera buscar su calzado o abrigo, y se dirigió directamente a la habitación de los niños dónde el pequeño de cabello oscuro, pequeños ojos y mejillas rellenas sollozaba sentado en la cama con la lámpara de noche prendida. —Ey, Jimin, ¿qué sucede? —Inquirió Joon ingresando a la habitación, tomando en brazos al pequeño.

—N-no está Tae, me dejó. —Murmuró triste, sorbiendo sus pequeños mocos mientras acostaba su cabeza en el hombro del mayor.

—Jimin, cariño, Tae Hyung no te ha dejado. Ha ido a nuestra cama a dormir, se pasó solo. Deberías hacer lo mismo si te sientes incómodo o con miedo, ¿okey? Estamos nosotros para cualquier cosa. —El niño asintió secándose sus lágrimas. —Ahora debes volver a dormir, es la madrugada...

[NamJin] ¿Una familia?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora