Capítulo XVII

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-Me gusta más como se ve en color verde, hyung.- SeungRi mencionó a su lado frente al enorme espejo. Asintió, dándole la razón.

-Espero que SeungHyun-hyung no tarde, quiero ir por un refresco.- Dijo YoungBae, que se encontraba sentado en el mismo lugar en el que había estado las últimas horas.

-¿Y porqué no vas?- Preguntó distraídamente el omega, que veía cómo le quedaba la camisa morada larga de seda que se estaba probando, parecía más bien un vestido, pero le gustaba mucho ese color.

-¿Estás loco? Hyung capaz que me mata si ve que dejé a su preciado "bebé" solo.- Hizo una equis con los brazos y negó con la cabeza.- No, mejor espero a que regrese. Por mi bien lo hago, no se crean tan importantes.

Tanto SeungRi como él, blanquearon los ojos, pero un olor delicioso a tabaco y duraznos le llegó de golpe a la nariz. Sonrió, y sin siquiera pensarlo, se giró, corriendo hacia la fuente, que no podía ser nadie más que su prometido. Se sentía ansioso, ya que había pasado más de treinta minutos sin él, y eso era demasiado para su pobre corazón enamorado.

Lo encontró cuando estaba a punto de entrar a la tienda, y se sonrieron como idiotas, antes de lanzarse a los brazos del otro. No quería pensar en cómo deberían de verlos los demás, tal vez como un par de ridículos, pero no le importaba.

Estaba enamorado y muy feliz como para preocuparse por esas cosas.

Su hyung lo abrazó; como ya era prácticamente costumbre, lo levantó del suelo, enterrando su rostro en su cuello, dónde estaba su marca, e inhaló su olor fuertemente. Era como si quisiera comprobar que aún olía a él, que aún tenía su marca. Le encantaba, al menos internamente, que su hyung fuera tan posesivo.

Lo ponía mucho.

-Te extrañé tanto.- Susurró el alfa antes de besar su marca.- No entiendo porqué no puedo alejarme mucho tiempo de ti.

-Lo sé.- Se aferró más a su cuello, y besó su hombro izquierdo.- No me gusta que estemos separados.

-Ay por favor, fue como media hora.- Dijo YoungBae, e hizo un ademán de arcada.- Son asquerosamente cursis, saliendo de aquí me voy a checar el azúcar, no vaya a ser que tenga un coma diabético.- Suspiró, como cansado.- Necesito algo de beber. ¿Quieren?

-Aquí no te dejan entrar con bebidas, genio.- Pronunció por primera vez SeungRi, que parecía no querer ceder en su indignación.

-Bien, mejor para mí.- Caminó hasta salir de la tienda.

-Deberías considerar dejar que YoungBae consiga alguien para que lo desflore, SeungRi-yah, eso es lo que le hace falta, coger.- Dijo SeungHyun, y recibió un golpe en la cabeza por parte de JiYong, una vez lo dejó de regreso en el suelo.- ¡Oye!

-No seas grosero, hyung. Cuando te vayas a la policía tampoco voy a tener con quien coger, ¿Quieres que también me consiga a alguien?- Le dijo molesto el omega, pero por dentro quiso carcajearse por la cara de horror que puso el más alto.

-¿Estás loco? -Preguntó indignadísimo, peor que si JiYong hubiera insultado a su madre.- Además de que nos dejarán vernos mínimo una hora a la semana, en esa hora te puedo dar justo lo que necesitas.- SeungHyun levantó las cejas, y le guiñó un ojo, coqueto.

-¿Y el resto de los días? Ya me acostumbré a hacerlo a diario.- Dijo indiferente, y como quería joderlo más, se giró alejándose de él, para mirar las prendas que estaban más cerca de la entrada; no había ido a esa sección aún.

El alfa se inclinó sobre su oreja, para susurrarle suavemente.- Una vez leí en un artículo, que sexo una vez a la semana, es todo lo que necesitas para tener una vida sexual saludable.

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