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NARRA KAELA:

Mete una de sus manos por mi camiseta y acaricia mi espalda haciendo que mi piel se erice al instante.

Siempre juntos-sonrie.

Siempre-murmuro sonriendo.

Me besa, me deja en el suelo despacio y pasa su brazo por mi cintura atrayendo me hacía el, me encanta. Paso mis brazos por su cuello y acarició su nuca.

¿Que te ha dicho Juan para que te pusieras así?-murmuro.

Olvídalo, ahora solo quiero tenerte entre mis brazos, eso me hace sentir mucho mejor-murmura.

Sonrió nerviosa, deja un camino de besos desde mis labios hasta mi cuello. Suspiro, miles de sensaciones me están recorriendo ahora mismo. Se deshace de mi camiseta, yo me deshago de la suya un poco temblorosa. Sonríe, su mirada llena de lujuria y pasión baja hasta mis pechos. Muerde su labio instintivamente y me atrae hacia el.

Me encantas-sonrie.

Tu a mí más-sonrio.

Sonríe, besa mi cuello mientras acaricia mi espalda, un enorme escalofrío me recorre entera, estoy segura de que quiero que sea con el. Nos deshacemos de lo que nos queda de ropa rápidamente. Nuestros cuerpos chocan y hacen que la llama de la pasión se avive entre nosotros. Se pone un preservativo, me tumba en el suelo y se tumba encima mía sin dejar todo su peso. Agarro su mano derecha y entrelazó nuestros dedos.

¿Estás segura?-me mira preocupado.

Si-sonrio.

Entra en mi despacio, no puedo evitar soltar un par de lágrimas de dolor.

¿Estás bien?-me mira preocupado.

Asiento, se mueve despacio. El dolor disminuye pero no llega a desaparecer, pasa a un segundo plano. Besa mi cuello repetidas veces, me besa y hunde su mano derecha en mi pelo. Acaba llegando a un orgasmo que le empuja al clímax, yo no, me siento extraña pero feliz. Me pongo su camiseta y me tumbo encima suya.

Menos mal que por aquí no pasa nadie-rie.

Calla-rio tapandole la cara.

Sonríe, besa mis labios y muerde mi labio inferior estirando de el. Esto es a lo que llaman felicidad.

NARRA ANA:

Vuelvo a la oficina tras estar sin ir varios días, en las noticias no ha salido nada de que alguien haya muerto así que supongo que no habrá pasado nada.

Por fin te dignas a aparecer-rie.

Déjame en paz, no tengo que darte explicaciones-bufo.

Agarra mi pelo con fuerza, echa unas fotos sobre la mesa y tragó saliva.

Era uno de mis hombres, uno de los más buenos-dice mirándome.

¿E...está muerto?-murmuro tragando saliva.

En coma-dice serio.

Suspiro, mi pecho se encoge y miró las fotos aterrada, para que le mando.

¿Para que le mandaste?-murmuro.

Quiero que destruyas a los Gutiérrez igual que ellos destruyeron mi vida-dice frío.

¿Que hicieron?-murmuro.

¡No te importa!-grita.

Tragó saliva.

¿Cómo quieres que los destruya?-suspiro.

Robándoles su gran fortuna-me suelta.

¿Fortuna?-digo confusa.

Tienen una gran fortuna heredada de sus padres pero no lo saben, sus padres hicieron un contrato con una causa que establecía que hasta que se casarán no debían recibir nada-me mira.

Me quedo callada, no quiero hacerle daño.

No-murmuro.

Vas ha hacer lo que yo te diga-estira de mi pelo.

Eres mi jefe no mi dueño-bufo.

Me debes dinero así que no estás en condiciones de exigir-rie.

Suspiro, acaba soltando mi pelo y marchándose, miró por la ventana, no quiero hacerle daño... El me ayudó. Mil lágrimas brotan de mis ojos. Soy una persona horrible, jamás debí aceptar su dinero para pagar aquella deuda. Doy un golpe en la mesa y rompo en llanto.

Me Haces Tanta Falta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora