Narra Eva: Un día, dije que no me arrepentia, de estar con Dani, y hoy en día lo sigo pensando. Es la persona que me hace sentir más especial, ahora mismo. No se, ni como, ni porque, pero se que él, me hacía feliz. Anoche todo acabó, como la noche más bonita y pasional, que se puede tener. Nadie, y lo vuelvo, a decir, nadie, me ha hecho sentir, lo que me hace sentir él, cuando nos fundimos, por la pasión y el deseo, y somos sólo uno.
Despierto, no porque realmente me apetecía, me apetecía estar en la cama, y estar entre sus brazos, toda la mañana. Intento vestirme, sin despertarle a él, pero fue imposible, se despertó.
-Eva:duerme, que es pronto.-digo sentándome a su lado, en la cama. -Dani:¿ya son las 8? -Eva:si, pero duerme, que aún es pronto rubio.
Me coge de la cintura, y me echa para atrás, quedando mi cabeza apoyada sobre su pecho.
-Dani:tu no te vas de aquí.-dice divertido. -Eva:¿aah no?, ¿y quién me lo va prohibir, tu? -Dani:puede-me besa con dulzura, y no me quiero separar de sus labios. -Eva:ojalá, pudiera quedarme aquí, créeme que se está mejor aquí, que en la calle. -Dani:jajajaj, si quieres, te llevo. -Eva:no, gracias. -Dani:te quiero, princesa-me volvió a besar los labios. -Eva:y yo a ti, gracias por la noche de ayer, fue muy bonita. -Dani:sin ti, nada hubiese tenido sentido.-dice acariciando mi pelo.
Se me dibujo, una sonrisa tonta, en la cara.
-Dani:quédate aquí. -Eva:más quisiera yo, pero me tengo que ir a por mi hermana, y llevarla, al colegio. -Dani:que no vaya. -Eva:si, claro, el primer día, y no va, pues si que empieza bien.
Me levantó, y dejó un breve beso en sus labios.
-Eva:luego nos vemos, rubio, feo. -Dani:hasta luego enana. -Eva:hasta luego rubio.
Me abraza antes de irme, y después cogo el bolso, y mis cosas para irme a casa de Marina.
Cuando llego, saco las llaves, y abro la puerta, encontrándome a Edgar, medio dormido.
-Eva:¿que pasa por aquí? -Edgar:no he dormido, en toda la noche. -Eva:uy, ¿y eso?-digo besando su mejilla-a saber que habéis hecho. -Edgar:nada, ese es el problema. -Eva:me toca, charla con Mery, en cuanto vuelva. -Edgar:me da a mi que si, incluso conmigo también. -Eva:al final, me voy a hacer psicóloga. -Edgar:se te daría bien. -Eva:si bueno.
Reí, y me fui a mi habitación, y cogí ropa para ducharme.
No tarde más de 15 minutos en ducharme, y me seque el pelo, y me maquille. Tras ello me vestí así...
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Salí de la habitación.
-África:buenos días tata, el tito Edgar, me despertó porque tengo que ir al cole. -Eva:muy bien, pues ves a vestirte, y en cuanto lo estés, te vienes a desayunar, ¿vale pequeña? -África:vale tata, por cierto, estas muy guapa. -Eva:muchas gracias peque.
Fui con Edgar, y le revolví el pelo.
-Eva:¿como vas? -Edgar:mal. -Eva:¿Mery sigue dormida? -Edgar:si, esta duerme más, que... -Eva:jajaja, seguro que se soluciona todo. -Edgar:y tu, tienes una cara de felicidad, que me da hasta pena, amargarte la mañana. -Eva:que va, a mi nadie me amarga la mañana, niño. -Edgar:ella enamorada. -Eva:nop. -Edgar:si, bueno.
África, entró por la puerta, ya vestida, y le hice el desayuno, y desayunamos los tres juntos.
-Edgar:suerte en tu primer día de cole, nana. -África:gracias tito, Edgar-dijo con una sonrisa.
Se colgó la mochila, y le acompañé, hasta la puerta, dejándola con su nueva profe, que me dijo, que no me preocupara por nada, y me quedé más tranquila.
Me volví caminando a casa, pero una persona me detuvo, y se le vía realmente triste.
-Xxxx:eres Eva? -Eva:si, soy yo, ¿quién eres? -Xxxx:me llamo Silvia, y pffff.... -Eva:¿que pasa? -Silvia:¿conoces a David? -Eva:como para no. -Silvia:soy una de las chicas que se acostó con él, y no lo hice queriendo, él me obligó. -Eva:¿como? -Silvia:por favor, no le digas nada, a nadie, solo necesitaba hablar contigo, porque se que a ti también, te hizo daño. -Eva:claro, tranquila, no diré nada a nadie, pero por favor, ve a comisaría, y denunciale, yo lo hice, y gracias a eso, puedo proteger a chicas como tú. -Silvia:me siento culpable de ello. -Eva:¿culpable de que?, tu no eres culpable de nada, tu le negaste, y el te violo, aquí tendría que sentirse culpable es él, y créeme que ese chico acabará con muchos años, en la cárcel, que es donde se merece estar. -Silvia:¿en serio, te puedo dar un abrazo? -Eva:y dos, y sobretodo cuenta conmigo, para lo que necesites, y tienes que denunciar, hazme caso.
Me abrazo muy fuerte, y se rompió a llorar en mi hombro.
-Eva:sé fuerte, él no merece tus lágrimas.
Le abrace de nuevo, y después le di mi número, por si en algún momento me necesitaba, y me despedí de ella, para seguir mi camino.