12.

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—¡Volvimos, baby!— se oyó un grito orgulloso y lleno de felicidad en toda la casa. Era la voz de un hombre que adoraba el contacto y la compañía de las mujeres. Tenía un hermoso y sedoso cabello púrpura de larga longitud, haciendo ver a Pantene –su shampoo personal y al que patrocinaba– como el mejor del mundo.
Y es que él, Cherubim Venomania –con cara de su sensual para muchos hermano menor Sateriasis– parecía tener éxito como modelo, por lo cual se volvió la cara de Pantene para mujeres y hombres de cabello largo. Por otro lado Kyle Marlon era para los hombres.

—¡Aquí mandan las divinas!— se oyó otra voz, esta vez femenina. Parecía que en esa casa estaban dando una especie de concierto medio extraño organizado de una manera para nada improvisada que salió hace una hora. Salió de una especie de telón escondido como el orto una bella cabellera rubia digna de alguien como ella, que tenía el ADN de dos personas con hermosas cabelleras rubias de caballo, la última princesa de Lucifenia, Riliane Lucifen d'Autriche.

—¡Porque somos gasolina!— se le unió el mujeriego que pareciera que ya tenían planeado eso desde hace un tiempo.

—¡Gasolina de verdad!— y en cuanto ambos cantaron esa frase, pudieron sentir y oír una nueva voz, otra femenina –pues en esa casa, si es que el Dios Sol contaba como hombre, había tan solo tres hombres y cinco mujeres– que conocían muy bien por haberla escuchado hacer publicidad en el pueblo sobre sus amados Gifts.
Aún recordaban su lema:
“¡Tengan dulces sueños con estas medicinas!”
Pero si les preguntaban a ellos, eso era cualquier cosa menos medicina.

—¡¿Qué mierda haces entre las divinas, apellido más difícil que la tabla del 7?!— y es que en esa casa las únicas “divinas” eran el hermoso y narcisista de Cherubim y la mejor gobernante que su país tuvo jamás, Riliane.

—¡Es que yo también quiero algo de atención!— comenzó a hacer pucheros la mujer de cabellos turquesas que llevó a la muerte a todo Toragay, incluyendo a su esposo Caspar. —¡Además, soy la bella durmiente, así que soy hermosa!

—¡¿Es una broma?! ¡Eso es una mentira! ¡Estás loca, y lo sabes!— tenían razón. Esa mujer estaba algo loca, más que todo porque creía que era alguien real cuando en realidad era una maldita muñeca poseída por una asesina de mamás osos a la que aman más a pesar de solo haber estado viva una canción.

Gallerian les siguió el juego, asintiendo en eso de que la mujer estaba loca. Según él, de esa casa, la más loca era Némesis pero mejor no comentaba nada o sería solo papilla.
Kayo hizo lo mismo, al igual que Némesis y Conchita, que observaban el espectáculo.

Margarita de repente se sintió atacada. No entendía. ¡Todo el mundo la creía loca solo por matar a todo un pueblo! ¡¿Y a Némesis?! ¡Ella mató a toda Evillious y la quieren más, no era justo!

—¡Piensan aquí que estoy loca!— coreó de repente, mirando a todos los presentes –menos a Sickle, pues él ni siquiera había dicho palabra en todo lo que llevamos de capítulo–. —¡Y yo lo sé!

—Y si lo sabes... ¿Por qué insistes en contradecirlo?

—Porque... ¡Ella es mala, muy mala, ella mala malparida!— saltó de repente Conchita, queriendo participar en la conversación con canto.

—¡¿Disculpa?! ¡La malparida eres tú! ¡Por algo naciste con un desorden alimenticio demasiado grave!

—No wey... ¿Cuándo te he yo faltado el respeto?— ¿Era en serio esa pregunta? Además... ¡¿pretendía que la tomaran en serio si usaba un meme?!

—¡Soy gay perra!— oyeron todos desde fuera, sin entender quién cominos estaba cantando eso. Por un momento pensaron que Leonhart por fin había salido del clóset con el apoyo de TODAS las Fujoshis que hacían más de mil Fan-fics de él estando con el padre de Riliane –entre ellas Meta y Milky, las Fujoshis más salvajes de ese pueblo–, pero no era así. —¡Y no puedes cambiarme! ¡Deja de manosearme!— era una voz femenina, algo parecida a la de Margarita.

Desmadre Con Evillious Donde viven las historias. Descúbrelo ahora