El pendejo de Sickle se le ocurrió la "brillante" idea de experimentar cómo sería si los más importantes involucrados en la saga vivieran juntos.
Los separó en distintas casas según la saga, para ver cómo carajo reaccionaban.
¿Adivinan? Sí, desmadre...
Hazuki: Gracias a todos los que han preguntado ^^. Ahora, vamos con las respuestas!
. . .
Miro a todos a los que les hicieron preguntas. Están sentados uno al lado del otro, y detrás de ellos hay un fondo azul, como si se fueran a sacar fotos para sus documentos de identificación. Le encargo a Varick, un Elphe, que tenga la cámara puesta en cada uno de los tipos cuando sea su turno.
—Bien, chicos, es momento de las preguntas.— los miro a todos teniendo anotadas en una hoja de papel las preguntas para cada personaje, junto con las personas que las hicieron. —¿Están listos?— me importa un pepino si responden o no, puesto que igual los haré responder.
—¿Por qué no salgo?— Varick me mira triste debido a que lo ignoraron.
—¡No te quejes! ¡A nosotras tampoco nos dijeron nada!— todos los personajes a los que no les preguntaron nada están en la misma situación que él, solo que sentados detrás de las cámaras.
—¿Pueden callarse?— los miro con aura amenazante para que me obedezcan, y solo mis Oc's hacen un mínimo esfuerzo en prestarme atención. —Siguiendo con lo que estábamos hablando...— mi vista vuelve a todos los que tienen que responder.
—Obvio que estoy lista. —Nací lista. —¿Mi belleza te responde? —Ni que me dieran libertad de expresión para decir la verdad, a pesar de que yo impongo la ley.
Lanzo un suspiro y pareciera que tengo la venita roja del anime sobre mi cabeza, dejando a la vista que me están hartando.
—¿Ya está lista la filmación?— pregunto a Varick.
—Sí, ya está corriendo.
Al menos alguien aquí me tiene algo de respeto.
—Bueno, iremos primero con las de Kyo_trapito_2000, ¿de acuerdo?— ellos solo asienten, esperando.
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Una vez el equipo de producción pone en una pantalla todas las preguntas realizadas por el dicho usuario –y así los espectadores saben bien de qué estamos hablando– paso a hablar.
—Bien, la primera pregunta es para Banica.— la mencionada deja de lado su ensalada de papas –de mala gana– para responder. —¿Estás lista?
—Obvio. ¿Con quién crees que hablas?— si no fuera porque es mi Pecadora favorita ya habría rodado los ojos.
—¿Cuánto comes al día?
—Mmm... déjame pensar...— seguramente ni siquiera ella lo sabe. —Por lo menos 30 kilos en cada una de las comidas, las cuales son: desayuno, entrada, almuerzo, postre diurno, merienda, entrada de nuevo, cena, postre nocturno, merienda de medianoche... Y eso sería.— todos los que están cerca de ella la miran con los ojos abiertos como platos. —¡Ah, y no olvidemos los 5 a 10 kilos que como entre medio de todo eso!
