Preguntas! (y especial Fin de año)

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Pos... Para celebrar el año nuevo quisiera que me preguntaran cosas. Trataré de responderlas con la mayor sinceridad posible, obviamente cuidando mi propia privacidad (o tal vez no, teniendo en cuenta cómo soy)

Hazuki: ¡Manden sus preguntas!

Sarah: Quiero ver cómo trata de responder preguntas extrañas.

Riliane: Yo me voy a arreglar.

Banica: Yo me voy a comer, adiós.

Y también pueden preguntar a los personajes si quieren.

Allen: ¡Ni creas!

Tarde, ya decidí yo, te jodes.

Ahora... vamos un poco a lo realmente interesante para todos.

*****

Al ver como todos se mataban, decidí intervenir.

-¡Oigan, ¿pueden callarse?! ¡Estoy tratando de hablar con Luna-sama!- alcé la voz a ver si los pendejos por fin lograban callarse. Pero nada. Eso solo me hizo enfurecer aún más y traté de calmarme poco a poco.
Vamos, respira... respira...

-¿Está todo bien allí?- la diosa Luna que me tomó de discípula a pesar de apenas estar consciente de la tecnología del mundo actual, estaba hablándome por medio del teléfono de línea.

-C-Claro, mejor que nun- - entonces sentí como una cuchara terminó en mi la parte pelirroja de mi cabello -osea, la parte superior de mi cabeza-, haciéndome apretar el papel que llevo en mi mano, el cual contiene los elementos que la diosa de la luna me mandó a comprar. -¡Banica, deja de arrojar cucharas, por el amor a Sickle!

Entonces pude oír un grito. Uno que es muy conocido por mí, haciéndome suspirar de frustración. A este ritmo voy a terminar llorando de desesperación.

-¡Estás siendo un caníbal!- una vez me di la vuelta, aún con el teléfono en mano, pude ver como mi amiga de cabellos naranjas y ojos azules le está gritando a un pelirrojo con más grasa corporal de lo normal. -¡¿Acaso no tienes sentimientos, puerco?!

-¡¿Puerco?! ¡No te dirijas a mí con ese tono, jovencita! ¡Soy un cerdo!

-¡Un cerdo que perdió su trabajo!- pude ver a un castaño con un elegante traje que parecía costoso, mientras su corbata oscura demuestra que le gusta estar elegante y a propósito deja ver su reloj de marca. Sus ojos grises centellean al ver algunas monedas que están en una mesa.

-¿Todo está bien V-?- estaba por decir mi nombre, pero en ese momento alejé mi oído del aparato comunicador. -¡Held, dame ese plátano! ¡Momento, ¿qué haces aquí?!- al oír el nombre del Dios Árbol Sarah vino corriendo hacia mí para quitarme el teléfono para comenzar a gritar en su micrófono.

-¡¿Held?! ¡¿Dónde demonios estás?! ¡Se supone que tenías que estar aquí ayudan- - en ese momento somos interceptadas por un numeroso grupo de mujeres que vinieron corriendo hacia nosotras sin ninguna razón alguna.
¿Qué mierda?

-Esto... ¿podemos ayudarlas en al- - antes de poder terminar de hablar comienzan a tambalearme de un un lado a otro entre diez al mismo tiempo. -¡Oigan, no estoy comprendiendo nadaaaa!

Por el rabillo del ojo pude ver cómo Gilles Derais -uno de los más peligrosos y violadores de las reglas de la ONU según Luna-sama- se acercaba a todas esas mujeres que nos preguntaban incoherencias a ambas.

-¡¿Saben?!
-¡Dígannos dónde está!
-¡No puede haber ido lejos!
-¡¿Acaso ustedes son parte de su Harem?!
-¡Él nos ama!
-¡Escupanlo!

Más de veinte voces hablaban -o mejor dicho gritaban más escandalosas que cuando hay descuentos en las tiendas- al mismo y nos rompían los oídos a nosotras dos, mientras la señora Luna seguía en el teléfono.

Desmadre Con Evillious Donde viven las historias. Descúbrelo ahora