Desmadre Con Evillious

7.2

Sí, lo sé. Debería estar haciendo de los demás personajes... Pero les prometo que el próximo ya será de los demás. Ahora sí, ¡empecemos con la continuación del anterior!

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Estábamos caminando tranquilamente –ese adjetivo está erróneo con esta situación, pero bueno– cuando de repente se nos acercan dos niños rubios.

Son un chico y una chica. Poseen ropas blancas y unos moños amarillos. Sus ojos son celestes.

Se parecen mucho a ellos...

—¿Y ustedes qué hacen aquí niños?— pregunta Garaci. Parece que al igual que todos nosotros no entiende qué hacen dos niños en un bosque maligno –aunque trajimos a Aniko, pero detalles–.

—¡Hai! ¡Hai! ¡Hai! ¡Hai! ¡Hai!— los gemelos están saltando mientras dicen eso perfectamente sincronizados.

—¡Vamos a devorarlos!— esa voz...

—¡¿Conchita-sama?!— gritamos todos, asustados. Creo que luego de lo de el otro día nadie tiene deseos de verla.

—¡Sirvientes, traiganlos! ¡Vamos a comenzar el juicio!— y sin siquiera poder preguntar qué chingados están haciendo, nos meten dentro de un saco y nos comienzan a llevar arrastrando.

—¡Saquennos de aquí, tremendos hijos de puta!— Themis no parece estar conforme –¿Quién lo estaría?– con lo que nos están haciendo.

—¡NO HICIMOS NADA!

—¡El hombre viejo del saco nos está llevando!— Aniko está muy asustada.

—¡¿Viejo?! ¡No estamos viejos, rubia miedosa de caca!— escuchamos de afuera. Parece que esos dos rubios parecidos a Alex y Rili son algo groseros.

—¡¿QUÉ LE CUENTAS A LA NIÑA, HELADO MAL ESCRITO?!— yo me pregunto lo mismo. Gracias Kyle.

—¡¿A quién le dices helado mal escrito, fobia a los teatros?!

—¡¿POR QUÉ CREES QUE ME DA MIEDO ESTE LUGAR?! ¡ESTOS TIPOS SON LUNÁTICOS!

—¡Callense, hacen escándalo!— dice un hombre de fuera que no puedo ver por la tela. Pero tiene voz parecida a la de princeso Marlon.

—¡Tú! ¡Te robaste mi voz, maldito! ¡Yo soy el único con voz sensual!

—¡VOZ SENSUAL UNA MIERDA MARLON!— gritamos todas las chicas dentro del saco.

Seguimos forcejeando con nuestros secuestradores por al menos diez minutos hasta que nos liberaron –sin ninguna delicadeza– dentro del teatro.

—¡Estúpidos mi trasero idiotas!— dijimos todas las víctimas.

—¡Demos inicio al juicio!— una chica muy pequeña de ojos azules y cabello aqua atado en dos coletas y con vestido azul sube a una especie de tribunal de juez.
Siento que vi a esta chica, pero no logro recordar dónde.

—Bueno, los acusados son- — martillo de madera se vio obligada a parar debido a un grito de príncipe azul.

—¡Michaela! ¡Michaela, soy yo! ¡Kyle! ¡Amor mío!— oxigenado se pone de pie de inmediato con una sonrisa y va en dirección a la niña.

¿Michaela...?
¡¿MICHAELA?!

Un enojo se empieza a apoderar de mí, mientras siento la mirada curiosa de varios sobre mi persona.

—Ya se cagó...— Themis, Aniko y Garaci parece que ya entienden todo.

—¡¿Qué?! ¡No me llamo Michaela, copia de Gear!