Los Crane.

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- Edward me dijo que vendrían a buscarme, aun no entiendo del por qué, pero estoy preparado para lo que sea. – dijo Jonathan con seriedad dándoles la espalda.

- ¿Cómo es que...? – preguntó Bruce confundido.

- Supongo que después de aquí irás corriendo al "escondite" para avisarle a los demás ¿no? – intervino John mirando fijamente a Jonathan.

- ¿Cómo sabes de ese lugar? – preguntó Jonathan impresionado.

Bruce miró a su alrededor, varios frascos aparentemente con "humo" en el interior se dejaban ver, otros tantos con algún liquido de colores extraños. Ninguno de aquellos frascos tenía alguna nota de lo que contenían.

"Supongo que son sus experimentos... ¿cómo es que hace que el gas se mantenga dentro del frasco?" pensó Bruce con curiosidad mirando atentamente los frascos.

- Recuerda que, yo también estuve mucho tiempo con Nygma, sé cómo piensa y como actúa. Aprendí del maestro. – continuó John metiendo una de sus manos en su pantalón.

- Sí, pero han pasado muchas cosas desde que te fuiste, tal vez yo no conozca a Edward tan bien como tú, pero, así como tú sabes de él, a mí me contó cosas de ti que me ayudaran a enfrentarte. – amenazó Jonathan. – Dudo que puedas contra mí.

- Eso ya lo veremos. Porque, no estoy solo en esto. – movió la cabeza refiriéndose a Bruce - Sabemos que has estado manipulando los sueños de Brucie, encontramos paja en su habitación y la dejó Dent por ti.

- Yo no necesito de alguien para que haga mi trabajo, además ¿por qué me metería con Bruce? Él fue amable conmigo cuando entró, así como yo lo fui con él.

- ¡Mientes! – gritó John, sacando un hilo grueso de casi un metro, lanzándose sobre Jonathan comenzaron a forcejear.

Ambos hombres cayeron al suelo, John trataba de pasar la cuerda por el cuello de Jonathan, pero éste le tomaba las muñecas al peliverde para evitar su ataque. Bruce miró la acción, pero por algún motivo no trató de ayudar o de al menos intervenir en la pelea.

- ¡Eres un idiota John! ¿En verdad crees poder contra mí? – preguntó Jonathan.

- Al menos sé que conozco muchas cosas de ti y si te atreves a hacer un mal movimiento sabré que fuiste tú. – dijo casi en susurro John.

Jonathan miró fijamente a John por varios segundos, en su rostro se podía notar que aquellas palabras no le habían afectado en algo, pero estaba consciente de que significaban algo. Soltando una muñeca de John, se apresuró a tomar uno de los frascos con gas, quitando el corchete con los dientes dejó que todo el humo fuera absorbido por John.

Bruce miró la escena, pero fue tan rápida que no pudo evitar que John inhalara el contenido. Apresurándose notó como el cuerpo inconsciente de John caía relajado sobre el cuerpo de Jonathan.

- ¿Qué le diste? – preguntó inquieto Bruce.

- Tranquilo, estará bien. No puede quedar más loco de lo que está ahora.

Bruce le quitó a Jonathan el cuerpo de John, cargándolo entre sus brazos lo recostó sobre la cama.

- Ahora si podemos platicar. – dijo Jonathan levantándose del suelo. – No entiendo por qué permitiste que Doe se me viniera encima, la verdad me sorprendió la cuerda con la que trató de estrangularme.

Recogiéndola del suelo se la entregó a Bruce.

- Supongo que es tuyo. – continuó Jonathan. – Lo bueno es que estaba preparado.

Los Renglones Torcidos de Dios.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora