Ahogando la Locura.

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*Sueño de John*

Joker abrió los ojos, su respiración agitada le daban a entender que algo no iba bien. Miró alrededor suyo, tratando de recordar lo que, hacia unos momentos antes había pasado. La feria del muelle de Gotham ahora se encontraba abandonada, las atracciones estaban visiblemente modificadas por pintura en spray que, les daba una imagen tenebrosa y rara, sonrisas y palabras con "HA" marcaban gran parte de las atracciones.

Sonrió al ver toda aquella obra mal hecha, pero que, sin duda le hacían sentirse como su hogar.

- Creo que ya recuerdo. – se dijo comenzando a caminar. – Batsy aún no sabe que yo "vivo" aquí, pero si hay algunas personas que conocen éste lugar. – se dirigió a la casa de los sustos, jalando una palanca, los reflectores con luz morada y amarilla iluminaron todo el lugar.

Miró a su alrededor, varios cuerpos de vagabundos se encontraban recostados en una esquina.

- Lo sabía... ratas invadiendo mi hogar, creí haber terminado con todos ellos, pero al parecer suelen reproducirse rápido. – dijo caminando hacia ellos, despertando a un par de hombres. – Adivinen que..., Bats no vendrá por ustedes, y ¿saben por qué? Por qué ante los ojos del murciélago ustedes no valen nada.

Joker miró a un costado de ellos, una palanca de hierro parecía iluminarse ante sus ojos, la tomó con ambas manos y... con ira en sus ojos comenzó a golpear a cada uno de los presentes, sin darles oportunidad de escapar. Sonriendo ante los gritos de terror de las personas, él realmente lo disfrutaba, manchando su traje morado de sangre, no le impidió continuar, riendo al ver las caras de terror.

Después de varios minutos, quizás horas de desahogo con la ayuda de la palanca de hierro, Joker comenzó a sacar los cuerpos, uno tras otro, llevándolos hasta alguna orilla en donde los tiraba al agua, sin importarle si alguno de ellos seguía con vida o estaban inconscientes.

- Esto es muy cansado... - se dijo. – Creí que la niña loca estaría aquí para hacer éste trabajo, pero creo que no es así. Supongo que se ha cansado de mí. – tiró el ultimo cuerpo. – Ahora necesito cambiarme de ropa, aunque pensándolo, – sonrió. – no creo que esta noche tenga visitas.

Comenzó a desvestirse, llevando su traje al local de "llenar los globos con agua", en donde utilizó aquella agua de las pistolas de juguete en querer deshacerse de la sangre.

- ¿Ahora qué hiciste? – preguntó una voz fría detrás de él.

- ¡Ah! – gritó del susto dando media vuelta. - ¡Oh Bats! ¿Acaso no te enseñaron modales? No es bueno asustar así a las personas.

- Dijeron que escucharon ruidos proviniendo de aquí ¿Qué era?

- Oh bueno..., ya conoces a la gente, es muy supersticiosa, lo más seguro es que hayan sido fantasmas. – rió ante su comentario. - ¿En verdad crees que pasaría algo aquí? O tal vez eran mis gritos de diversión... ¡mira cuantos juegos! ¿Por qué no vienes conmigo y jugamos un poco?

Batman lo miró fijamente sin hacer expresión alguna, solo se quedó parado.

- ¡Venga! Vamos a divertirnos un poco. – Caminó hacia él, tomándole de la mano, lo jaló llevándolo hacia una máquina.

- Te das cuenta que, ¿sin electricidad ninguno de estos juegos funcionará?

- Pero la pistola de agua si tiene agua. – dijo encogiéndose de hombros.

- Eres tan patético. – bufó Batman soltándose de Joker. – Siempre me haces perder mi tiempo con tus juegos estúpidos, ¿crees que siempre voy a estar para complacerte?

Los Renglones Torcidos de Dios.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora