Valentina Copper.
La idea de encontrarme a mi amigo en calzoncillos mientras sale del baño no es alentadora cuando recién me despierto, observé al chico de pies a cabeza y sin recordar lo sucedido ayer solté el grito de mi vida.
— ¡Abajo!.— Ordené al escuchar las rápidas pisadas que se acercaban a mi habitación, Liam obedeció y se escondió debajo de mi cama pero me tomó del tobillo impidiéndome caminar.
Todo ocurrió en cámara lenta: grité nuevamente al mismo tiempo que mi cuerpo se inclinaba hacía el suelo, sacudí mis brazos como un pájaro que intenta volar por primera vez pero para mi suerte, Thomas llegó a tiempo para impedir mi caída.
— ¿Estás bien?.— Preguntó preocupado y asentí.
Maldito Liam.
Miré debajo de mi cama y mi amigo estaba cubriéndose la boca de forma dramática, evité mantener la mirada sobre él ya que Thomas estaba analizando el ambiente.
— ¿Qué sucedió?.
— Me asuste porque me faltaba un...Un cuaderno.— Mentí y él entre cerró sus ojos.
Maldita intuición familiar.
— Oh chicos, me siento mal.— Escuché a Stacy y como si fueran invocados, todos los idiotas fueron a ver qué le ocurría a su estimada chica.
Que patéticos se ven. Dan lástima.
— Los tiene manipulados.— Dijo Liam saliendo de su escondite.
— Ni me lo digas.— Respondí viendo cómo los chicos la trataban cual princesa.
Me di una ducha fugaz y al salir vi que Liam estaba observando detenidamente mi armario, la mayoría de mi ropa estaba en el suelo y el resto en mi cama.
— ¿Qué demonios haces?.— Pregunté con cara de pocos amigos.
— Tienes a una zorra como rival y no conquistaras a Collins si sigues vistiéndote como mojigata.— Soltó e instantáneamente le lancé la almohada contra su rostro.— Además eres agresiva.
— Púdrete, Liam.
Me hizo señas para que me sentará en el escritorio y obedecí, no sabía de dónde lo sacó pero tenía mis maquillajes en su mano por lo que fruncí el ceño. Comenzó a pasar el delineador por mis ojos y luego la máscara de pestañas, finalmente cubrió mis labios con un labial rojo que combinaba con mi cabello el cual estaba recogido en una media coleta.
— Lista, ahora yo te coqueteare.— Dijo con una sonrisa y fruncí aún más el ceño.
— No es necesario, tampoco entiendo para qué hacemos éste show.
— Escúchame una cosa, debes demostrarle quién manda en esta casa, por ser así de lenta sigues soltera.— Soltó molesto y suspiré, me daba vergüenza montarme el show pero Liam se veía demasiado emocionado.
No podía decirle que no a esa carita.
— Está bien.
Salimos de mi habitación y una vez que llegamos a las escaleras vi que Stacy estaba riendo junto a Alex, pasé por su lado pero ni se voltearon. Es increíble lo falsa que puede resultar la gente.
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Pequeño Demonio: El Comienzo ✔
RomanceSe supone que a los dieciséis años una chica debe estar de novia y ser feliz, pero no es su caso. Ella no es cualquier chica, ella rompe los estereotipos de una adolescente y destruye las reglas. Tras mudarse con su padre, quién no ve hace años, to...