Valentina Copper.
Mi cuerpo dolía demasiado y tenía dificultad para respirar, tal vez estaba más cerca de la muerte de lo que creía. Abrí la puerta de mi habitación encontrándome con el silencio de la casa, caminé hasta las escaleras mientras usaba las paredes como apoyo y me sujete al barandal de las mismas.
—¡Déjame cargarte!.— Gritó Thomas mientras se acercaba a mi corriendo, suspiré.
— Puedo hacerlo sola, Thommy.
Escuché un "idiota" detrás mío y mis pies dejaron de tocar el suelo ya que Alex me cargó al estilo nupcial, lo miré con cara de pocos amigos recordando las palabras que me dijo anoche cuando creyó que estaba dormida.
Alex Collins es sinónimo de idiota.
Mi cabeza dio vueltas cuando bajé la mirada a las escaleras e inconscientemente me sujete del cuello de Alex ya que sentía que me desvanecería en cualquier momento.
Quería bajarme y tenerlo lejos de mi, pero no podía ya que él era más fuerte que yo en todos los sentidos.
Llegamos al pie de las escaleras y le pedí amablemente que me soltará por lo que obedeció, caminé hasta la cocina donde abrí el refrigerador. Mi ánimo tocó el subsuelo cuando vi un montón de comida dietética baja en azúcares y calorías.
¿También deberé morir se hambre por culpa de Stacy?.
El término "un día de mierda" me quedaba corto para explicar lo sucedido ayer, no esperaba encontrarme a esas chicas en el bar y tampoco las reconocí hasta que recibí el primer puñetazo en mi mejilla. Luego de aquel golpe, todo se volvió un caos y la sangre bañó el suelo.
— ¡Aquí están!.— Gritó Stacy entrando a la cocina y se detuvo a analizarme, su expresión de desagrado fue muy clara y directa.— ¿Cómo sigues? Debes ser demasiado estúpida para dejar que te golpeen así.
Que alguien la callé, por favor.
— Cierra tu puta boca si no quieres que acabe cosiéndola.— Advertí pasando por su lado y ella rió sonoramente.
— Das lástima.— Murmuró y me detuve para mirarla sobre mi hombro, mi expresión estaba vacía y sólo veía a la patética chica frente a mi.— Me recuerdas a los perros que ladran mucho pero muerden poco.
Los chicos la miraron sorprendidos.
— Y tú me recuerdas a una zorra.— Dije encogiéndome de hombros y la miré de pies a cabeza con cara de pocos amigos.— Pero no te preocupes, dentro de poco me iré.
— ¿A dónde te vas?.— Preguntó Thomas con el ceño fruncido.
— Con papá.
— ¿Irás a su apartamento? Valen, aquí tienes todas tus necesidades.— Explicó Nick alarmado y sonreí.
— Estarán bien sin mi, de hecho, no tendrán tantos problemas.— Respondí luego de una risa nerviosa y salí de la cocina.
Tenía pensado subir a mi habitación pero cuando pasé por la habitación de Stacy vi que la puerta estaba semiabierta. No debería ingresar sin su permiso pero ella era demasiado extraña, apareció de un día para el otro en nuestras vidas y ahora se cree la Reina de la casa.
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Pequeño Demonio: El Comienzo ✔
RomanceSe supone que a los dieciséis años una chica debe estar de novia y ser feliz, pero no es su caso. Ella no es cualquier chica, ella rompe los estereotipos de una adolescente y destruye las reglas. Tras mudarse con su padre, quién no ve hace años, to...