22: Enfermera

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Valentina Copper.

En el momento que mis pies tocaron el suelo me abracé a mí misma, odiaba el invierno. Realmente no comprendía a las personas que les gustaba, era una época donde salías y seguramente deberías usar demasiada ropa para no congelarte.

Luego de darme una ducha y me asomé por la puerta de mi habitación, escuché las voces de los chicos mezclándose con la de los mellizos. Esto ya no es una casa, más bien parece un hotel. Caminé hasta las escaleras donde estaba Alex recostado en el sillón y todos ellos veían una película.

Alex volvió anoche y todos se habían enterado de lo que ocurrió, una supuesta "pelea callejera". Bajé las escaleras incómoda ya que todos me vieron de pies a cabeza.

— Buenos días.— Dije con una sonrisa nerviosa.

— Llegó tu sexy enfermera.— Soltó Nick y se ganó una mala mirada de mi parte.

— Estúpido.— Dijimos con Thomas al unísono.

Alex me miró con ternura, me gustaría saber qué piensa de mi algunas veces.

— ¡Valen!.— Gritaron los mellizos y corrieron hasta mi para abrazarme.

— ¿Sabías que hay una chica de nuestra edad en la calle?.— Preguntó Owen con una chispa de emoción.

— Es mía.— Se apresuró en decir Ryan.

Dios dame paciencia.

— ¿Quieren saber cómo se llama?.— Pregunté divertida y ellos asintieron, pobres ilusos.— No la molesten o les cortare las bolas, un bonito nombre, ¿Verdad?.

Los chicos estallaron en carcajadas y ambos mellizos me miraron molestos para luego reír.

— Hola.— Saludé a Alex con una sonrisa y él sonrió.

— ¿Así me saludas?¿Un simple hola?.

— Bésalo.— Soltaron ambos mellizos y los miré mal.

No lo haría frente a ellos.

— No.

— Que tonta.— Respondió Alex y en un rápido movimiento colocó sus manos sobre mi cintura obligándome a caer a su lado del sillón, rodeó mi cintura con sus brazos y acercó sus labios a los míos.— ¿Debo enseñarte a saludar también?.

Nuestros labios se unieron en un gran beso, por no decir que jugó con mi lengua y aprovechó el hecho de que sonreí a mitad del beso para morder mi labio inferior.

Qué vergüenza.

— Abre los ojos.— Susurró contra mis labios y solamente abrí uno de ellos, él estaba sonriendo como el idiota que es y los demás veían la escena como si fuera una película.

— Eso fue mejor que ver...— Pierce interrumpió a Jackson.

— Sí, ya sabemos cómo sigue esa frase.

Reí.

— Les recuerdo que estoy presente.— Murmuró Thomas quien parecía querer arrancarle la cabeza a Alex.

Pequeño Demonio: El Comienzo ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora