Pequeño Demonio: El Comienzo ✔

EXTRA

Aclaración:

• Este capítulo es un EXTRA y es la continuación del capítulo 33: Amor Oscuro. Contiene escenas +18 y lenguaje vulgar por lo que si sos menor de edad dejo la lectura bajo tu responsabilidad.

Mi recomendación es que te bañes en agua bendita <3

Y por mi parte, voy a admitir que estoy nerviosa ya que es la segunda vez que escribo una escena como esta :(

~○~

Mi primera vez.

Nunca me preocupé por dónde o cómo sería, simplemente quería estar segura de amar a esa persona como para hacerlo. No pensé que mi primera vez sería con mi primer novio, de hecho, tampoco creí que Alex lograría traspasar todas mis barreras de defensa. Habían demasiadas cosas sobre él que me parecían irónicas e incluso estúpidas, Alex era un chico demasiado directo cuando de coquetear se trataba pero luego se volvía un idiota de primera al momento de tomar una decisión.

Así como lo fue antes de confesarse.

Observé sus ojos cafés los cuales estaban oscureciéndose con el pasar de los segundos,  mi mente entró en una especie de nube negra que me impedía pensar en otra cosa más que él. Sus labios tenían un tono rojizo y estaban levemente inflamados, estaba segura que los míos se encontraban en el mismo estado.

Mis dedos trazaron un camino que unía cada parte de su rostro, su expresión lujuriosa parecía la de un cazador antes de cazar a su presa. Llevé mi dedo a su mejilla y él observó mis labios sin disimulo alguno, no tardó en acercarse para besarme lentamente.

Sus labios se movían sobre los míos mientras que me recostaba lentamente sobre la manta, sentí que tiraba de mi labio inferior por lo que sonreí inconscientemente. Alex llevó su mano a la parte interior de mi camiseta y rozó mi piel causando que la misma se erizara.

— Te lo preguntaré una última vez.— susurró contra mis labios con la voz más grave de lo normal.— ¿Estás segura de esto?.

— ¿Tienes miedo?.— pregunté sin rodeos.

— No quiero lastimarte.— respondió con una sonrisa pícara y sonreí.

Alex Collins retando a Valentina Copper, nada nuevo.

— Eso debería decirlo yo.— respondí.

De un rápido movimiento, él cayó y yo quedé sobre sus caderas por lo que sonreí victoriosa. Me gustaba competir, amaba el hecho de mostrarme fuerte y poderosa, pero  algunas personas solían considerarlo como una personalidad dominante; sí, amaba dominar.

Alex sonrió de lado y llevó sus manos a mi cintura, comenzó a acercarse para mis labios cuando comencé a moverme lentamente haciendo que el se detuviera en seco. La sonrisa de Alex desapareció y supe que no había vuelta atrás, el demonio estaba aquí.

Oh, creo que me arrepentí un poco.

— No debiste hacer eso.— murmuró.

Se acercó hacía mi para besarme con mayor fuerza que antes, era la primera vez que me sentía intimidada con un simple beso. Alex me sacó la blusa en segundos y sus labios se apartaron de los míos para comenzar a dejar besos húmedos por mi cuello mientras me presionaba contra su cuerpo tomándome por la cintura.