Regresándola ||completada||

14. Secreto

Algo gotea...se oye el eco  de las gotas caer al suelo. Hay dos figuras caminando en silencio y se arrodillan delante de un hombre completamente pálido. Uno de ellos levanta su mirada y mira directamente al hombre.

-"Vlad"- dice el hombre pálido. "Es hora que te cuente sobre la profecía..."

Vlad III, hijo de Vlad II, la familia Drácula. Un clan de vampiros oculto por siglos en el corazón de Transilvania.

-"¿Qué profecía, padre?"- le pregunta.

-"Un día nuestra sangre de vampiro no será tan pura como antes. Aunque los vampiros nunca han sido tan puros, para comenzar."- le responde su padre. "Llegará un día en el que seré cazado y tú tendrás que cuidar de nuestro nicho. Un Oráculo dijo que un día, nuestro enemigo se nos unirá, y tal vez termine con nuestra raza."

-"¿Cómo es eso posible?"-

El hombre sonríe y desvía su mirada.

-"No lo sé. Solo estoy seguro que un lobo se nos unirá."-

. . .

{Presente}

Vlad abre sus ojos y cierra el libro que tiene entre sus manos. Coloca el libro en el librero y suelta un suspiro. Él no esperaba que ese día llegase, el día donde un lobo se les uniría. Se masajea la cien y sale de la biblioteca. Continúa pasillo abajo y se detiene. En vez de irse a su habitación, decidió hecharle un ojo a Daciana Lupu, la loba alfa que su hijo había traído al castillo. 

. . .

Abre la puerta lentamente y hecha una mirada dentro de la habitación. Daciana estaba retorciéndose en el suelo. Ella gemía y gritaba de dolor mientras trataba de moverse hacia un lado pero su cuerpo no se lo permitía y continuaba moviéndose involuntariamente. Sus ojos continúan cambiando de color y su frente estaba llena de sudor. De a ratos se llevaba una mano a la garganta, pues se sentía demasiado seca. También sentía una quemazón horrible por todo el cuerpo.

-"¿Daciana?"- Vlad le llama.

Ella trata de mirarlo mientras batalla contra los movimientos involuntarios. Vlad abre la puerta un poco más y se le acerca.

-"Vlad..."- ella le responde entre dientes.

Él inclina su cabeza hacia un lado y la.miea curiosamente.
 
-"¿Te duele?"- él le pregunta.

Daciana ni le podía contestar, pues justo en ese momento estaba siendo atacada por otra ola de dolor.

-"Mm...Interesante."- él continúa.

Daciana tratar de mirarlo una vez más y se muerde el labio.

-"Vlad... ayúdame..."- ella trata de expresarse, pero Vlad se da la vuelta.

-"No puedo ayudarte."- dice mientras se aleja de ella y cierra la puerta tras él, dejándola agonizar sola en su habitación.

Daciana tratar de aguantarse las lágrimas y golpea el suelo. Logra levantarse lentamente y comienza a jadear. El dolor de había detenido repentinamente al igual que su sed. Baja la mirada y se muerde el labio nuevamente. 

. . .

Daciana Lupu está en la esquina de su cama observando su mano derecha. Aún podía ver el rostro de Vlad en su mente. Por alguna razón ella realmente deseaba que él la pudiese ayudarla, pero a la misma vez sentía que él no debía hacerlo. Era un poco raro porque ella ya sentía que no tenía esperanzas.