24. Sangre de Vampiro

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3er PDV

Daciana...

Daciana...debes escogerme.

¡No, Daciana! ¡Debes escogerme a mi!

Habían voces resonando en la cabeza de Daciana mientras daba un sorbo de té. Estaba en la habitación de Vlad haciéndole compañía mientras leía su libro favorito. Ella simplemente trata de mantenerse tranquila y coloca la taza en una pequeña mesa que había cerca.

-"Así que...¿Se reunió con mi hermano en el lugar de Sorin?"- ella le pregunta.

Vlad asiente con la cabeza sin levantar la vista de su libro.

-"¿Dijo algo que deba saber?"- ella pregunta nuevamente.

Vlad levanta la vista de su libro y la mira.

-"Él y Dacia están bajo arresto en la mansión. Su abuela parece que tiene algunos problemas, pero eso era de esperar."- Vlad habla como si eso fuese algo normal y regresa a su lectura.

Daciana junta los labios y se pone en pie. Se acerca al vampiro y le cierra el preciado libro. Vlad rueda los ojos y los cierra de repente. Baja su libro a su regazo y se masajea la cien.

-"Esto está demás. Necesitas más tiempo con el lobo. Tienes demasiados hábitos de Sorin."- él se queja en un tono bajo, casi como si se estuviese hablando a sí mismo.

Su compañía solo había durado una noche, y eso había sido un alivio tanto para Vlad como para Sorin. Daciana está ahí de pie esperando pacientemente por la respuesta de Vlad.

-"Mira. ¿Recuerdas lo que te mostré la vez pasada? ¿El pasado oscuro de tu abuela? Pues, ella ha estado traumatizada toda su vida. Es incapaz de olvidar todo lo que su hermana hizo y se hecha la culpa de todo lo que ha pasado desde que se fue del territorio Lupu y se convirtió en una de nosotros."- finalmente le da una respuesta concreta. "Si vienes a preguntarme qué puedo hacer para ayudar con eso, pues sabrás que no puedo hacer nada. La mantuve aquí por mucho tiempo como para saber eso. Ella puede estar calmada por un tiempo, pero una vez le llegan las memorias, ella va hablar con gente que tiene en su mente y perderá el sentido de la realidad. La he visto pasar por esto en varias ocasiones. Para ser honesto, es algo difícil, pero con Gavril, parece que logra calmarse un poco."

Daciana se sienta a los pies de Vlad, como una niña curiosa. Las voces siguen resonando en su cabeza, rogándole que escogiera, pero ella prefirió oír sobre el mundo real y sobre sus últimos familiares. Vlad suspira y le acaricia la cabeza gentilmente. Él sabía que ella lo tenía difícil y, que a pesar de ser su enemigo natural, él le había cogido cariño a la chica. Si él la hubiese conocido años atrás, él la hubiese criado como había hecho con Sorin. Eran niños inocentes envueltos en un mundo de criaturas nocturnas que luchaban por sus propias ambiciones y no les importaba lo que sacrificasen para hacer esas ambiciones en realidades.

-"Dijo que estaba feliz de oír que estabas bien. Le gustaría que estuvieses allí con tu abuela para ayudarla a estar más tranquila, pero él comprende que no puedes regresar a la mansión ya que sigues inestable."- Vlad finalmente le responde.

Una enorme sonrisa brilla en el rostro de la chica. Él, una vez más, le acaricia la cabeza y le hace un gesto de que se vaya y lo deje leer tranquilamente. Ella inmediatamente regresó a su silla, tomó su taza y le dió un sorbo largo a su té. Sorin estaba espiando por una esquina de la puerta junto con Silviu.

-"Nunca había visto a Daciana ser tan obediente. ¿Qué le hizo tu padre? ¿ Le han puesto drogas en lo que se ha bebido?"- Silviu hala a Sorin por el collar y lo interroga de inmediato.

Regresándola ||completada||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora