26. Ríndete

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Daciana Lupu está sentada cerca de una ventana abierta. Su cabello le cae por los hombros y espalda abajo mientras lo suelta. El viento have que su cabello rojizo baile y le enmarque su rostro de facciones totalmente perfectas. Sus pequeños labios rosados fuertemente presionados y sus ojos impares perdidos en el horizonte que tenían por delante. Se oye el sonido de un piano en el fondo, lo más seguro una pieza que ella recordaba de tiempo en tiempo y la cual oía claramente en su cabeza cuando estaba rodeada de puro silencio. Greensleeves es la pieza que ella continúa oyendo, en sus sueños y hasta en sus pesadillas. No podía sacarla de su mente por más que quisiese. Era como Vlad y si hábito de leer el mismo libro; era algo inevitable.

Se mantiene ahí sentada con la mirada perdida mientras una fría lágrima le corre por la mejilla derecha. Su mano se mueve por sí sola y se acomoda en su pecho, justo donde se encuentra su corazón.

Silviu la observa a lo lejos; sus ojos incapaces de apartarse de ella por un segundo...podía sentirlo. Silviu Bucur podía sentir la condición de Daciana Lupu. Se queda ahí en silencio, observándola, como siempre lo había hecho, pues no era nada más que el guardián de Daciana. Se muerde el labio inferior y eleva su mirada hacia el cielo. El viento causa que algunas hojas vuelen cerca de él mientras que le las lágrimas le corren rostro abajo.

Daciana lo había visto y sentía mucha pena por él. Aún así, ella no podía hacer otra cosa que aceptar su destino...

. . .

-"Daciana está demasiado callada."- dice Sorin mientras se encuentra con Silviu sentado debajo de un árbol.

-"Solo... déjala ser."- fue la única respuesta de Silviu.

-"Lobito...¿Sucede algo?"-

-"¿No lo has notado?"-

-"¿Qué cosa?"-

-"Daciana no tiene mucho tiempo...cuando suceda, no podré hacer nada por ella. Mis responsabilidades como si guardián se acabarán."-

Le incorpora lentamente y mira hacia el cielo. Sorin desvía la mirada y cierra sus manos en puños.

-"Es por eso , ¿cierto?"- pregunta Sorin sintiéndose algo culpable. "Siempre la has querido..."

Silviu lo mira algo sorprendido, pues no había esperado oír eso del vampiro. Le da una pequeña sonrisa y le coloca las manos en los hombros.

-"Duele saber que tenía que ser un par de hermanos Gheata, pero creo que no queda otra opción."- las manos de Silviu le sostienen firmemente los hombros. "Confío en ti, chupa sangre."

Sorin mira a Silviu; parece que hablaba en serio. Sorin asiente y le da una pequeña sonrisa mientras le coloca su mano izquierda en el hombro derecho de Silviu.

. . .

Esa noche...

Dacia Lupu estaba en medio del bosque. Se sienta en el suelo en silencio mientras Sam observa cada movimiento que realiza. A pesar de que él desconfía de ella, sabía que ella era la única que podría darle la oportunidad de hablar con Vlad III. El viento hace que las hojas bailen en las ramas sobre ellos, mientras él enfoca su mirada hacia adelante. Sus extremidades comienzan a temblar incontrolablemente; sus ojos no podían apartarse del vampiro que se encontraba a meras pulgadas de su rostro. Da un paso hacia atrás tras confirmar que el vampiro silencioso y poderoso que se encuentra delante de él era nada menos que Vlad III. Dacia Lupu se pone en pie y se les acerca. Sam los observa con el rap del ojo, como si estuviese preparado para la tradición de Dacia. Pensaba que había Sido algo estúpido no haber llevado refuerzos, pues realmente no pensaba que Vlad se mostraría personalmente tan rápido.

Regresándola ||completada||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora