22. Algo que no estaba ahí

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Los labios de Sorin estaban cubriendo los de la joven alfa. Sus ojos estaban enormes debido a la confusión que sentía. Fue entonces cuando el vampiro de aleja y le sonríe como si no hubiese pasado nada. Daciana se cubre la boca de inmediato mientras su rostro se torna completamente rojo. Ella trata de hablar, pero parecía algo imposible de hacer. Sorin deja caer su mano sobre la cabeza de la chica y esboza una amplia sonrisa.

-"Funcionó, ¿cierto?"- él le dice calmadamente.

Ella lo mira algo curiosa a pesar de que estaba totalmente atónita y la vergüenza se la estaba consumiendo por dentro.

-"¡¿Qué funcionó?!"- ella casi chilla.

Sorin se ríe un poco y le acaricia la cabeza.

-"Por fin dejaste de hacer preguntas innecesarias."- él le responde demasiado calmado y con su típica sonrisa.

Daciana no sabía que decir o como reaccionar ante sus palabras. Ella solo de quedó ahí en silencio con su rostro totalmente enrojecido.

-"Debes estar hambrienta."- sin más tiempo que perder, Sorin la toma de la mano y la dirige pasillo abajo.

Sus ojos estaban fijos en él, sin despegarse de su guardián vampírico. A pesar de que aún seguía algo avergonzada, sin contar el hecho de que estuviese haciendo todo esto involuntariamente, Daciana no era capaz de decirle no o tan siquiera apartarse de Sorin. Su cuerpo no estaba haciendo lo que su cerebro le ordenaba. ¿ Acaso él no era el hermano de su mate humano? Ella sentía una ola de emociones mixtas...y algo que no estaba ahí antes. Su mano era fría,después de todo ya no era humano; eso la hizo pensar aún más. ¿Se sentiría así si ella se convirtiese en un vampiro? Es decir, ¿su piel estaría tan fría como la de Sorin? Aún así, dejando a un lado eso de la piel fría, él era una de las personas más cálidas que ella hubiese conocido.

Sorin continúa caminando pasillo abajo sin soltarle la mano. Le aprieta la mano tan pronto final por la segunda esquina. Daciana está enfocada en cada movimiento que hace mientras continúa pensando a su vez en todo lo que le reveló de su pasado. Una cadena rara que colgaba de su cuello, un pasado que odiaba recordar y un presente sumamente estresante. Sorin era alguien que le causaba curiosidad a Daciana Lupu, pero aún así habían cosas cuyo significado aún necesitaba descubrir. Lo que no sabía era que su abuelo había sentido lo mismo para su tiempo.

. . .

El sirviente se le acerca a Vlad. Como siempre, él estaba perdido en su libro habitual. Por la primera vez en décadas, Vlad III levantó la vista y miró a su sirviente tan pronto se detuvo justo en frente suyo. El sirviente se ha sorprendido por completo.

-"Entiendo que tienes buenas noticias para mí, ¿cierto?"- él le preguntó bastante calmado y con menos exigencia.

Uno podría decir que estaba siendo extremadamente bueno. El sirviente sabía mejor que nadie que su amo estaba contento y esa era la manera de expresar tal sentimiento.

-"He observado parte de los intercambios entre el joven amo Sorin y la joven alfa. La jovencita parece más calmada."- le reporta el sirviente.

Vlad, quien apenas mostraba sus sentimientos, sonríe para sí a tal extremo que hasta el sirviente dejó caer la bandeja que cargaba entre sus manos, pero logró salvar la taza y su contenido.

-"¿De verdad?"- dice Vlad mientras continúa sonriendo y toma la taza de la mano del sirviente.

Da un sorbo y cierra el libro que llevaba en la falda por voluntad propia. Nadie le había interrumpido su lectura pacífica. Al contrario, él había estado esperando noticias sobre el intercambio entre Sorin y Daciana como si fuese algo que conociese de antemano. Claro que sí sabía...pues había inspirado a su hijo a que se esforzará más en buscar una solución para Daciana y le había mostrado los secretos de su clan a la chica. Le había mostrado, no solo la carga que llevaba el clan Lupu, pero también una de las muchas cargas que llevaba Sorin en lo más profundo de su ser. Vlad no era alguien a quien le gustase simpatizar con los demás en la vista pública, pero tenía sus propios métodos para ayudar a los demás y hasta de entender el dolor más que nadie.

Regresándola ||completada||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora