Capítulo 6

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¿Qué mierda ha pasado? ¿Michael Clifford se muestra arrepentido? ¿Ante mí? Que alguien me pellizque. No lo entiendo.

La verdad es que nunca me ha importado lo que la gente piense de mí, pero con Mike es diferente, me duele lo que me dice, su desprecio hacia mi persona me incomoda, aún no se qué le he hecho para que me trate así... ¿He hecho algo?

Bajándome de la nube, veo que mi comida ya está delante de mí, y a Nash comiendo como la vaca burra que es. Cojo uno de los seis churros que hay en mi plato y lo mojo en la nutella, después me lo llevo a la boca y lo devoro en dos bocados.

-Serás gocha...- dice Nash mirándome a la vez que se ríe.

-Hablo aqui la marquesa, mira tu plato, HAS CHUPADO HASTA EL CHOCOLATE QUE HABIA REPEGADO.

-TS, el chocolate merece un respeto, pídele perdón.

-¿Qué?

-Que le pidas perdón al señor chocolate.

-Pf, no pienso pedirle perdón al...

-QUE LE PIDAS PERDÓN.

-VALE, VALE. Perdón señor chocolate por... lo que quiera que haya hecho contra usted.

-Así me gusta- dice Nash pellizcándome un cachete.

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Hace un rato que dejé a Nash en el parque que hay donde su casa, en el que seguro que estará patinando con su mejor amigo, Bill.

Bill... el camioneeeroooo, Biiiiiiiiiiiill camionero del dinero tolón tolón.

Vale, Alba, relaja. Ya pasó.

Ahora me dirijo hacia la casa de la cerda de Paula, donde también están Andre, Andrius, Yaiza y Lu, las demás estarán por ahí en sus unicornios donuteros.

Me paro en la puerta y llamo. No me abren. Serán perras que ni se levantan. Por suerte tengo el truco de la yaya Felisa (es un dicho raro en España xd) y me las arreglo para abrir la puerta con la orquilla que llevo enganchada en la zapatilla por si acaso. Una vez abierta, atravieso el recibidor que da al salón, compuesto por dos sofás, bastante grandes he de decir, de cuero negro, con una mesa de cristal transparente y patas blancas en el centro, un mueble de esos enormes en los que puedes apoyar la tele y decorar, negro también y finalmente una tele de plasma. A la derecha una de esas cocinas americanas que sólo salen en los programas de cocina que echan por la tele. Sin puerta ni nada, puedes ir del salón a la cocina en un flus. A su izquierda hay una puerta corrediza dividida en dos, de cristal, que da al jardín con piscina. Como habréis podido imaginar... sí, Paula es rica, bueno, ella no, su padre, que es el director del hospital de Sydney. Su madre desapareció hace 4 años, hubo investigación policíal durante 1 año y medio, pero al final se rindieron. Y nunca se supo que pasó. Todo esto fue antes de que nos conocieramos, claro.

Siguiendo recto, hay una escalera de caracol blanca que te lleva al segundo piso, donde hay unas 12 puertas, 9 cuartos para cuando nos quedamos a dormir y 3 baños con lavabo doble para que no haya peleas por la mañana para asearse. Camino por el pasillo de puntillas y con las converse en la mano, para no hacer ruido.

Llego hasta una puerta blanca reluciente con la palabra "Paula"  grabada en dorado, sin llegar a ser ortera. Cuando me dispongo a abrir oigo un ruido dentro, seguido de un "Ahora vuelvo, voy al baño" obviamente es Lu, que te dice TODO aunque no te importe.

Las puertas se abren hacia fuera así que me escondo del lado que queda cubierto al abrir la puerta, y cuando se abre, salto fuera con un "¿POR QUÉ NO ME ABRÍAIS PERRAS DEL DEMONIO?" causando que Lu pegue un grito que te deja sorda y se pegue a la pared en plan gato que acabas de mojar con una mano en el pecho y respirando entrecortadamente.

-La madre que te parió Alba... LA MADRE QUE TE PARIÓ. ¿ERES TONTA O PEINAS CALVOS? JODER, ME CAGO EN TODO, QUE SUSTO.

-Lo siento, lo siento... ay que me meo- digo intentando parar de reir. Imposible.

Las demás chicas salen del cuarto extrañadas por tanto grito. Y cuando me ven, saltan todas a abrazarme y a darme besos por toda la cara.

-Eh, eh, ¿Por qué tanto amor hacia mi persona?.

-Por que te lofamos- responden todas a coro. Vale... me dan miedo.

Están tramando algo, y seguro que no acaba bien.

For you |Michael Clifford|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora