For you |Michael Clifford|

Capítulo 5

*1 mes y medio después*

En el poco tiempo que ha pasado, han ocurrido muchísimas cosas. Los chicos se han convertido en nuestros, por así decirlo, mejores amigos, todos nos llevamos genial entre nosotros, menos Michael y yo. Le odio, me odia, yo desde el principio he intentado ser amable con el para no llevarnos mal, pero el es un borde, secorro, que cada vez que vamos juntos se aleja de mí como si tuviera lepra. Cuando esté dormido le voy a tatuar en la frente "BORDE" .

Pero la verdad es que es gracioso, se lleva genial con todas las demás, las trata como si fueran sus hermanas pequeñas y las protege de todo, mientras que yo si me caigo en un charco y me hago un esguince, el se ríe de mi y no hace nada.

Pero hay cosas buenas también. Hace poco conocí a un chico que ñam ñam. Se llama Nash, Nash Grier (jodeos que es pa mi xd) que es super majo y dulce conmigo, y me ha defendido delante de Mike, consiguiendo unos cuantos insultos de parte del arándano tanto para él como para mí.

También hay una nueva chica en el grupo, Andrius, castaña de ojos marrón verdoso que te da un pataflus, y Cameron Dallas, un estudiante de intercambio super mono, que está saliendo con Andre. Ella parece feliz con él, pero a nosotros no nos da buena espina, tengo la sensación de que va a hacer daño a Andrea, y no quiero que eso pase.

Desde que Cam se unió y empezó a salir con el panda, Andrius ha estado un poco deprimida, creo que le mola Cam... y Zayn ha estado mas distante y frío con todos, sobre todo con Andrea, obviamente son celos, ts.

Ahora mismo me dirigo a la cafetería que hay en la esquina de la calle en donde vivimos las cerdas y yo para tomar algo con Nash. Agh, maltido sea, ¿por qué es tan asdfghjkl? No lo entiendo.

Cuando llego me asomo a la gran ventana transparente por la que se puede ver el interior del local, para ver si Nash ha llegado ya. No le veo.

Justo cuando voy a entrar unas manos tapan mis ojos.

-¿Quién soy?- susurra en mi oido una voz falsamente chillona.

-Nash, se que eres tú, fusa, fus, quítate.- digo mientras intento quitar sus manos de mi cara.

-¿Cuánto quieres a Nashy?- pregunta con voz de niño.

-Muuuuucho, venga, ahora suéltame.

-Yo también te quiero- dice antes de dejar un beso en mi mejilla y tirar de mí hacia dentro de la cafetería.

Buscamos una mesa pegada a la ventana, y vemos una, con un sillón azul claro y otro rosa. Nash sabe que quiero el azul, y yo se que él también, así que nada mas entrar echo a correr hasta el sillón, y justo cuando me voy a sentar, Nash se tira encima, asi que él queda sentado en el sillón y yo encima de él en plan espatarrado. Todo el mundo nos mira como si fuéramos retrasados... meh, que mas dá.

Nos colocamos bien (al final nos sentamos los dos en el mismo sillón) esperamos a que vengan a atendernos.

Toda la felicidad que siento se esfuma en cuanto veo quién nos va a atender.

Michael.

Nuestro camarero.

Dios mío.

Noto como Nash se tensa a mi lado cuando fija su vista en el chico de pelo morado, así que pongo una mano en su pierna y empiezo a moverla de arriba a abajo (sin pasarme guarrosas 7u7) para tranquilizarle. Parece que funciona.

Michael no se da cuenta de a quién tiene que atender hasta que llega a la mesa y levanta la mirada. Lo primero que veo en sus ojos es sorpresa y algo que no puedo descifrar, luego pasa al asco, la repugnancia que al parecer siente por mí sale a la luz.

-Bienvenidos a Alan's Coffe, ya sabeis mi nombre blablabla... ¿Que quereis?- dice con voz cansada y fría.

-Yo quiero un café con leche y un donut de fondant- responde Nash de la misma forma.

-Bien, y... ¿tu?

-Ehhh... y-yo quiero un... un colacao con churros y un poco de Nutella.

-Claro... asi estás de gorda.- susurra pensando que no lo hemos oído.

-¿QUÉ HAS DICHO?- dice Nash levantando el tono de voz.

-Nash, da igual, déjale...- intento calmarlo a la vez que escondo mis ganas de llorar y gritarle a Michael en un lugar oscuro dentro de mí.

-Vale... vuelve a hablar mal de ella y estas muerto ¿Me entiendes?

-Vale, vale, relajate.- dice Michael, me manda una mirada con... ¿arrepentimiento? ¿tristeza? No lo sé, y luego se va a por nuestra comida.