A la mañana siguiente el despertador sonó a las 7:00, como siempre. Me levanté dispuesta a vestirme, pero vi un bulto debajo de las sábanas, y recordé que Michael había dormido en mi cama, conmigo. Ese pensamiento hizo que un escalofrío recorrerá mi espina dorsal, de arriba a abajo, poniéndome los pelos de punta. No pude resistirme y rodeé la cama para ver a un Michael con la carra enterrada en la almohada, tapado hasta el cuello, y hecho una bolita por el frío de Noviembre. Me quedé durante unos minutos mirándolo fijamente, buscando algún posible fallo en su anatomía, pero no pude encontrarlo. El sonido de María gritando "Arriba todo el mundo o subo con el cubo de la fregona" hizo que el bello durmiente despertara de su sueño. Batió sus pestañas intentando acostumbrarse a la luz y asomó ligeramente el cuerpo hacia fuera de la cama, buscando a saber qué. Antes de que pudiera darse cuenta de que estaba frenté a él, me puse de pie y andé rápidamente hacia el armario para ver qué ponerme. Acabé cogiendo camisa de cuadros azules y rojos con una camiseta negra básica por debajo, me abroché los botones hasta el cuello y fui a la cómoda al lado de donde Michael se encontraba mirando el móvil, cogí un collar con forma de púa en el que se podía leer "Led Zeppelin" , unos vaqueros negros con un roto en la rodilla y mis militares favoritas de cuero. Agarré al azar un puñado de pulseras del joyero y las puse en mi muñeca, la cual ya tenía algunos brazaletes. Me eché un poco de rímel y me puse cacao (bálsamo labial... como sea en vuestro país lol) ya que con el tiempo que hacía se me secaban y parecía que tenía dos pasas en vez de labios, me coloqué mi beanie gris en la cabeza y me giré-
-Michael- estaba embobado con el aparato, por lo que tuve que llamarle varias veces más.- Joder...- murmuré entre dientes- Amm... LA PIZZA SE VA A ENFRIAR- al instante se levantó y comenzó a dar vueltas por la habitación.
-¿¡PIZZA?! ¡¿DÓNDE?! MÍA, ES MÍA, NO OS ACERQUÉIS. ES SOLO MÍA. OS ARREPENTIRÉIS.
-Tu si que te vas a arrepentir de haberte despertado como no muevas ese culo tuyo hasta el baño y salgas en condiciones.
-Agh, voy- se rascó las "posaderas" en mi cara y se dió la vuelta desapareciendo en el baño.
Cinco minutos después salió con la misma ropa que llevaba el día anterior, y peinándose su flequillo rojo. Le dije que cogiera la mochila, que yo mientras bajaba a la cocina donde estaba María.
-¿Qué hay Tomlison?- le sonreí con burla.
-Vete a la mierda- me sacó el dedo del medio y se giró para continuar untando mermelada de melocotón en su tostada.
-Alguien se ha levantado con el pie izquierdo hoy...- por eso recibí un pegote de mermelada que por poco acabó en mi cara.
Poco después apareció Michael por las escaleras, le hice una seña con la mano y salimos de casa. Fuimos hasta el pequeño garaje que había al lado de esta y pulsé el botón del mandito para que se abriera. Me acerqué a abrir la puerta del coche y meterme dentro, pero Michael me interrumpió diciendo que le dejara conducir a él, a lo que yo me negué, pero acabé dejándole, ya que parecía bastante ilusionado con la idea.
Arrancó, sacó el coche del garaje y comenzó a conducir hacia el colegio.
-¿Puedo poner música?- pregunto dudoso con la mirada fija en la carretera.
-Ehmmm... claro- contesté abriendo la guantera donde tenía guardados todos los discos.- coge el que quieras.
-No, abre el bolsillo delantero de mi mochila- le miré frunciendo el ceño, me encogí de hombros y estiré mi cuerpo hacia atrás de manera que pude llegar a meter la mano en la abertura de la mochila. De él saqué un disco metido en una cajita para CDs transparente. Me volví a colocar y despegó un momento la vista de enfrente para ver qué había cogido.
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For you |Michael Clifford|
Fiksi RemajaAlba es una chica normal, la típica de barrio medio, ni rica ni pobre, no puede quejarse de tener una mala vida, pero tampoco puede decir que sea perfecta. Su pasado es una mierda, un agujero negro del que logró escapar y del que no quiere volver a...