For you |Michael Clifford|

Capítulo 11

-Alba por dios, dime que ha pasado- exclamo frustrada. Después de estar 10 minutos sentada en el baño intentando que Alba hablara, me empezó a doler un montón la espalda, así que la cogimos como pudimos y la llevamos al cuarto.

-Tengo miedo- dice Paula con la voz entrecortada- lleva 2 horas así, no deja de mirar a la nada y no habla, creo que ni pestañea.

-Voy a avisar a las demás- informo.

-¡No!- grita Paula antes de que yo pueda abrir la puerta. La miro confusa.

-¿Por qué? Seguro que ellas sabrán que hacer y...- me interrumpe.

-Ya lo sé, pero lo único que vamos a conseguir es preocuparlas más, así que si eso llama a una.

-Vale- salgo corriendo del cuarto y bajo las escaleras de dos en dos. Atravieso todo el salón, y voy a la cocina, donde hay una puerta que lleva directa al lago, donde supongo que están todos. Salgo y estoy en lo correcto, Están todos sentados en el césped al lado de la piscina, y se giran confusos cuando empiezo a gritar como una loca. Llego donde ellos y empiezo a tirar del brazo de Lu.

-¿Qué haces Andre? ¿Eres tonta o crías pulgas?- pregunta intentando soltarse de mi agarre.

-TU SOLO VEN- le grito exasperada.

-PUES DIME QUÉ PASA.

Me agacho a su altura y me acerco a su oído.

-Es Alba.- susurro intentando que nadie me oiga.

-¿Qué pasa con ella?- pregunta bajando su tono hasta que es igual que el mío.

-Lo ha vuelto a hacer.

-¿El qué?

-Hija de mi vida, hoy no es tu día eh, que Alba se ha vuelto a cortar...

-¡¿QUE QUÉ?!- grita y se levanta de un salto antes de salir corriendo hasta perderse dentro de la casa.

-¿Qué ha pasado?- preguntan los demás confusos. Menos Mike, que está pálido y tenso. Mierda, creo que nos ha escuchado, normal, estando al lado de Lu...

-Ahora no tengo tiempo, luego os lo cuento.- contesto antes de seguir el mismo camino que ha tomado Lu.

Vuelvo a subir las escaleras y abro de golpe la puera del cuarto donde había dejado a Paula y Alba. Ahora la escena es bastante diferente. La tres están llorando, y Lu está abrazando a Alba que sigue mirando hacia ninguna parte, con la diferencia de que ahora tiene la cara empapada de lágrimas y los ojos rojos. Me están asustando.

-¿Ya sabéis que ha pasado?- una parte de mí sabe que habría sido mejor no preguntar.

-S-si- contesta Paula- en cuanto ha llegado Lu, Alba ha ido corriendo y se le ha tirado encima, al final se lo ha contado.

-¿Y por qué lo ha hecho?

-Por Mike y...- la interrumpo.

-¡Hijo de puta! Mira que lo sabía, os dije que lo mejor era separar a Alba de él, que la iba a hacer daño- me voy a dejar la voz gritando, pero me da igual.

-Andre... relájate- Lu intenta calmarme.

-¡¿Que me relaje?! Lo mato- me dispongo a salir de la habitación por segunda vez cuando una mano me agarra del brazo y me gira bruscamente.

-No ha sido solo por eso- continúa Paula- Lizzie...- ¿qué le ha pasado a la madre de Alba?- ella...tiene un tumor en el cerebro.- la voz se le rompe y las lágrimas vuelven a salir.

Noto como mis ojos se humedecen, no puede ser. Lizzie es como nuestra segunda madre. No, no y no.

-¿Qué?- pregunto con un hilo de voz. Esto no puede estar pasando.

-Eso... s-se lo diagnosticaron hace como 1 mes, pero no dijo nada para no preocuparnos. Pensaba que iba a ser algo pasajero, así que no volvió al médico despues de que le dieran la noticia. Así que ha ido a peor y... dicen que de mañana no pasa.

En este momento ya estoy igual que ellas, con la cara empapada y casi sin poder respirar. No puede ser, Lizzie no puede morir, no depués de todo lo que ha hecho por nosotras. Después de todo lo que hizo por mí.

Se oye como tocan la puerta, y segundos después se abre dejando ver a todas las chicas asomadas con preocupación en la mirada, preocupación que aumenta cuando ven el estado de Alba hasta llegar al horror.

-¿QUE HA PASADO?- gritan todas a coro.

-Veréis- tomo yo la iniciativa. Les cuento todo, desde cuando me encontré a Alba y Paula en el baño hasta lo de Lizzie, ocasionando que todas se pongan  llorar, menos Andrius, que no entiende nada, pero que llora igual al ver a Alba tan débil, ella siempre es la que esta feliz, gastando bormas e intentando hacer feliz a la gente, anteponiendo las necesidades de los demás a las suyas.

Paula.

Después de un rato convencemos a Alba de que baje a comer algo. Ella baja primer, y toda vamos detrás de ella, vigilándola por si acaso, atravesamos el salón y entramos en la cocina, donde están los chicos sentados en las sillas que hay alrededor de la isla, cenando. 

Pasamos literalmente de ellos, con toda nuestra atención en Alba. Voy a la nevera y saco los ingredientes para hacer un sandwich. Entre Abi y yo lo hacemos en un flus y volvemos a subir. No nos vamos hasta que Alba se lo ha comido y estemos seguras de que no lo va a vomitar.

Bajamos otra vez y nos tiramos en el sofá con las demás. Los chicos salen de la cocina y se sientan en la mesa que hay detrás del sofa.

-¿Cómo está Alba?- pregunta Liam.

-¿Qué ha pasado?- pregunta también Ashton.

-Nada que os importe- no debería ser tan dura con ellos, pero esto me supera, y la pago con todo el mundo. 

-¿Qué hemos hecho para que os pongáis así?-dece Michael confuso.

-Mira arbusto con patas, mejor callate si no quieres que te pode esa cosa que tienes por pelo- gruñe Laura con los dientes apretados.

-¿Pero yo qu...?

-QUE TE CALLES- gritamos todas a la vez.

-Vale, vale, guardad las garras, yo me voy a dormir.- dice levantando las manos en señal de rendición antes de subir las escaleras.

-Tengo hambre.- se queja Eve.

-Pues mueve el ojete hasta la cocina.- replica María que está espatarrada en es sofá, con los pies en el respaldo y el cuerpo tumbado en el sofá.

-Yo también quiero comer- Yaiza empieza a patalear como una niña pequeña desde el suelo.

-Agh, ahora vuelvo- Andrius se levanta y se va a la cocina, a los dos minutos sale con una bandeja llena de bolsas de comida basura. Hay patatas, gusanitos, cheetos, doritos, kitkat, nocilla... de todo, y nos lo tira.

-Ahí tenéis gochas, no comáis mucha nocilla que luego Alba se enfada- el comentario no va en mal sentido, pero cuando nombra a Alba un silencio. Incómodo se cierne sobre la sala.