For you |Michael Clifford|

Capítulo 9

Vale, vale, vale... ¿Por qué Louis William Tomlinson Lewis me está besando? Ni siquiera pide permiso, maleducado... Pero hay que admitir que besa bien. Sus labios son suaves y finos en comparación con los míos, que son mas carnosos. El beso ha empezado siendo tierno y tranquilo, como si Louis tuviera miedo de que me apartara, pero ahora es de todo menos eso, y ni siquiera me doy cuenta de cuando me agarra de una pierna haciendo que la pase por encima suya haciendome quedar a horcajadas sobre él. Muerde mi labio inferior pidiendo permiso para entrar, y es entonces cuando me doy cuenta de lo que está pasando. Pongo mis manos en su pecho y lo empujo para apartarlo de mi, lo que hace que yo me impulse hacia atrás y me caiga al agua. Menos mal que se nadar.

Nado hasta la superficie, encontrándome con un Louis empapado, con únicamente la cabeza fuera del agua, mirando a todos lados preocupado, seguramente buscándome. Hace mucho que no me divierto, así que buceo hasta él, quedando detrás de él, por lo que no puede verme, levanto los brazos, apoyo mis manos en su cabeza, y en un rápido movimiento, le termino de meter el cuerpo en el agua. Se que cuanod salga va a venir a por mó, así que empiezo a nadar lo más rápido que puedo en un miserable intento de huir de él. No puedo, cuando ya casi estoy llegando a la pequeña escalera que dirige a la superficie, unas manos agarran mi cintura por detrás, dándome la vuelta y encontrándome con Louis.

-¿Por qué me has hecho una aguadilla?- pregunta con tono mosqueado, pero se que esto le divierte.

-¿Por qué me has besado?- pregunto de vuelta. 

Se ha puesto nervioso, puedo notarlo. Mira hacia todas direcciones menos a mí, evitando mis ojos.

-Bu.bu-bueno, en realidad no lo se... yo... ¿no podía?

-Podrías haber preguntado.- respondo con una sonrisa. Soy bipolar, lo sé, no me juzguéis.

-En ese caso... ¿puedo besarte?

-Nope.- Me besa otra vez, y yo le vuelvo a apartar.

-No dijiste que no pudiera besarte si te negabas- comenta con una sonrisa pícara antes de chocar nuestros labios otra vez.

Calum.

Maldita Laura , como la encuentre la mato. ¿A quién se le ocurre tirarme 12 huevos a la cabeza sólo por decirle que no sabe cocinar? Le he preguntado a Yaiza que si sabía donde estába, y me dijo que la última vez que la había visto fue en la terraza que hay en el piso de arriba.

Subo las escaleras lo más rápido que puedo y voy hasta la puerta de la terraza. Laura esta sentada tan tranquila en una esquina con el móvil. Abro la puerta de golpe haciendo que su atención vaya del teléfono a mí. Sonríe, aún no me he podido lavar el pelo, y parece que he metido la cabeza en un cuenco de queso fundido y moco de caracol.

-¿Te parece gracioso?- pregunto enfadado. Asiente.

-No sabes cuanto- responde mordiéndose el labio inferior, intentando no reírse.

-No hagas eso.- digo cabreandome aún más. Me está provocando.

-¿El qué?- pregunta ahora ella haciendo lo mismo que antes.

-Eso, no te muerdas el labio.

-¿Y por qué no puedo? Es mi labio y yo hago con él lo que me da la gana- se levanta y camina lentamente hacia mí- ¿Acaso te molesta?- dice retándome con la mirada.

-Sí, me molesta, y mucho.

-¿Y por qué te molesta tanto?

-Porque ese es mi trabajo.

-¿Y por qu...? Espera, ¿qué?.

En vez de responderla, pongo mis manos en sus hombros y la empujo hasta que su cuerpo queda pegado a la pared.

-Eres una estúpida, pero me gusta que me reten.- susurro en su oído, para después coger el lóbulo con mis dientes y tirar de él, haciendo que su piel se ponga de gallina.

-Entonces debería retarte más a menudo, ¿no?

-Bueno, tampoco me gustan las niñatas pesadas.

-Niñata tu madre majo (N/A: No lo toméis a mal, Joy me cae muy bien:3) ¿tengo pinta de niñata?- pregunta acercándose más a mí, hasta que nuestras narices rozan, está quiere fiesta... pues fiesta tendrás.

-Depende.- digo antes de acercarme mas a ella, hasta que mis labios tocan los suyos. La beso a mi manera, soy raro. Dulce en cierto modo, pero no dejo que tomen nunca el control. Trazo su labio con mi legua, haciendo que abra la boca y mi legua se encuentre con la suya. Cuando el beso termina, ella da un pequeño mordisco en mi cuello antes de decir un "Los he tenido mejores" y salir de allí. Pero antes de que salga le grito.

-¡Esta me la pagas niñata!