IV. La cita.

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Tuve que contarle todo a Andrea. 

Si antes detestaba a Alex por lo que me hizo, ahora lo detesta el doble.

-¡Dios, Aly! ¿Estás consciente de lo que significa eso? Vas a tener que ver al tipo por el resto de tu vida.-

-Sí, ya sé.-

-Jamás vas a volver a tener una vida normal, todos te conocerán como la madre del hijo de Alex Turner.-

-No había pensado en eso, gracias.-

-Aly, ¿estás 100% segura que quieres tenerlo? Nunca es tarde para cambiar de opinión, bueno, si llegas a los 6 meses pues ya sería tarde.-

-Estoy segura, Andrea.-

-Bien, pues quiero que sepas que tienes todo mi apoyo.-

Mi amiga vuelve a abrazarme y yo le correspondo.

-Demonios, ¡odio a ese sujeto!... Aunque amo la banda y sus canciones.- Menciona mi amiga.

-Hace unos meses lo amabas.- Digo entre risas.

-Sí, ¡pero eso fue antes de que le rompiera el corazón a mi mejor amiga y la dejara embarazada!-

Ambas reímos.

-¿Cómo se siente estar embarazada?-

-Pues, normal. A diferencia de que lo que antes me daba asco ahora me da muchísimo más asco, tu estúpido sándwich de atún por ejemplo.-

-¿Y ya saben si será niña o niño?-

-¡Oh, no! Creo que aún es demasiado temprano para saberlo, lo único que nos dijeron fue que tengo tres meses y medio y que ella o él mide 8 centímetros.-

-¿Y qué quieres que sea?-

-Me da igual, únicamente quiero que esté bien, porque por si lo olvidabas empecé a ser vegana, me tatué y hago mucho más ejercicio que nunca y si no me equivoco creo que he tomado alcohol un par de veces desde que estuve con Alex por última vez.-

-No creo que le ocurra algo malo, digo, no es como que te drogaras y embriagaras cada fin de semana.-

-Sólo espero que esté bien.-

-¿Y Alex cómo reaccionó a todo esto?-

-De la mejor manera, créeme, con mucha más madurez de la que esperaba.-

-Me alegra oírlo. Quiero seguirte interrogando pero creo que continuaré mañana, te veo muy cansada. Hablamos luego, si quieres algo sólo pídelo, estaré en mi habitación.-

Gracias Andrea, eres la mejor.-

-Lo sé.-

Ambas reímos y ella sale de mi habitación.

Antes de dormirme le llamo a Donovan para contarle lo sucedido, excepto el asunto de embarazo, ella lo entiende perfectamente y me da una licencia por enfermedad hasta el miércoles. 

Agotada por el largo día tomo un baño, al vestirme me miro obsesivamente al espejo del sanitario.

Mi abdomen se ve plano, es más, podría jurar que luzco mucho más delgada. Giro para observarme en todos los ángulos posibles.

 Giro para observarme en todos los ángulos posibles

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