Snap out of it.

X. El departamento de Alex.

-Buenos días Señorita Hutton, Señor Turner.- Menciona el Doctor Carlson.

Turner y yo lo saludamos.

Me sorprende que Alex se haya quedado toda la noche, durmiendo en un incómodo catre. Anoche fue como estar en una pijamada con amigas, a excepción de que no podía levantarme más que para ir al baño, cada paso que daba era una verdadera tortura, sentía como si todo mi cuerpo estuviera débil, pero más allá de eso no pasó a más. Vimos televisión, conversamos cosas del trabajo, nada fuera de lo común.

-¿Cómo se siente hoy? Por lo que veo bien, la enfermera que le hizo los exámenes de rutina hace una hora dijo que todo se encuentra en orden.-

-Sí, me siento mejor aunque un poco adolorida.-

-Es normal, fue por la caída. Pero aún así, la amenaza de aborto sigue latente, veo que no siguió sangrando lo cuál es bueno, así que le recomendaré hacer reposo de 3 a 4 días, después de eso venga a una valoración y le diré si podría viajar pronto, por cierto, le receté unas vitaminas, es muy importante que las tome.-

-Por supuesto.-

-Bien, es todo lo que tengo que decir. Iré a preparar su alta, vuelvo en unos minutos.-

-¡Claro!-

El médico sale de la habitación, dejándonos solos a Alex y a mi.

Lo miro sin decir nada, está sentado en el catre, a la izquierda de mi cama mirando a la nada. Se nota muy cansado.

-¿Te encuentras bien?- Le pregunto.

-Sí, un poco cansado pero no importa. Ya te darán de alta lo que significa que podremos ir al departamento.-

-Sí, finalmente.-

-Nielsen llamó hace un rato, cuando te estaban haciendo los exámenes. Enviaron tu equipaje al departamento así que no tienes por que preocuparte de nada.-

-Oh, genial.-

El cantante bosteza.

Aparto la sábana de mi cuerpo y la dejo a la altura de mis muslos, estiro ligeramente los brazos y coloco mis manos entrelazadas encima de mi estómago. De pronto las bajo y empiezo a acariciar mi vientre, aún sigue viéndose plano, ¿curioso, no?

-¿Puedo?- Pregunta Alex refiriéndose a acariciar mi vientre.

-Claro.-

Turner se acerca junto con el catre a mi cama y acaricia mi abdomen con delicadeza encima de la bata de hospital.

-Ya quiero sentir a mi pequeña Araia.-

Rio.

-No se llamará Araia, se llamará Isabella, además aún no sabemos si será una niña.-

-Será una niña Aly, lo sé. Y la niña más hermosa de todas.-

Le dedico una tierna sonrisa.

Unos minutos después regresa el Doctor con una hoja de alta médica, Turner y yo la firmamos y emprendemos la marcha a su departamento. Como no debo hacer esfuerzo salgo del hospital en una silla de ruedas con la misma ropa que usaba ayer, al igual que Alex. Ninguno de los dos nos hemos duchado ni descansado realmente.

Abordamos un taxi y finalmente unos cuarenta minutos después llegamos al departamento de Alex. Está dentro de un enorme edificio de ladrillos color marrón de aproximadamente más de veinte pisos, algo inusual, podría apostar que el británico se inclinaría por algo más privado.

-¿En qué piso vives?- Le pregunto al cantante mientras avanzo un poco con la silla de ruedas. Él lo nota y empieza a moverme.

-No puedo decir que vivo aquí como tal pero ya sabes, cuestiones de trabajo...- Alex baja a mi altura y señala con el dedo uno de los departamentos del edificio. -Ahí.-