XXIV. Eres tan oscura.

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Despierto realmente temprano, rodeada por los brazos de mi novio, giro mi cuerpo con ligereza y puedo ver su rostro con claridad. Tengo un poco de náuseas y siento como si estuviera inflamada.

Alex por su parte sigue total y completamente dormido. Le doy un pequeño beso en la punta de la nariz y me levanto camino al baño, tengo unas terribles ganas de vomitar.

Vacío el estómago en la taza del baño, me pongo de pie y acto seguido me lavo los dientes.

Especialmente hoy me siento muy pesada, tengo una horrible inflamación, como si algo que comí me hubiese caído mal.

Una vez habiéndome lavado los dientes, salgo del baño de regreso a la habitación. Al parecer Turner se ha despertado.

-Buenos días linda, ¿te sientes bien?- Menciona el británico aún en la cama mientras me quedo de pie en la puerta del baño del cuarto y me observo de lejos en un espejo que está a unos metros adelante de mí.

-Buenos días, a decir verdad no, tengo mucho malestar y aún debo ir a trabajar.- Digo sin apartar la mirada del espejo.

-Te oyes distraída, ¿pasa algo?-

Sin emitir una sola palabra camino hacia el espejo.

Al llegar hacia donde está ubicado el cristal me observo con atención, doy un par de vueltas para poder mirarme en diferentes ángulos, me levanto la blusa un poco más arriba hasta donde inicia mi cintura y puedo notar que mi abdomen luce un poco m...

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Al llegar hacia donde está ubicado el cristal me observo con atención, doy un par de vueltas para poder mirarme en diferentes ángulos, me levanto la blusa un poco más arriba hasta donde inicia mi cintura y puedo notar que mi abdomen luce un poco más abultado. Sonará muy estúpido pero no me había dado cuenta en lo mucho que ha crecido estas últimas semanas; con todo el asunto de mi mudanza, la revelación de mi embarazo y los problemas que tuve en el trabajo no me había fijado con atención en ese detalle.

Alex tampoco menciona palabra alguna, se limita a mirarme desde la cama.

-¿Hace cuanto se ve así?- Cuestiono sorprendida, ¿¡cómo no pude darme cuenta!?

-Pues siendo sincero te veo normal.- Responde el cantante un poco confundido.

-¡Cielos, Alex, mírame!- Exclamo con un poco de desesperación.

Me siento impactada, darme cuenta que los cambios de mi cuerpo empiezan a notarse físicamente para mí y los demás es una sensación sumamente sobrecogedora.

Turner aparta las sábanas de su cuerpo, se levanta de la cama y se dirige hacia mí.

-Eres hermosa Mardy Bum, es de esperarse que tu cuerpo empiece a cambiar, estás embarazada.- Dice el británico mientras llega por detrás y me abraza tiernamente de la cintura, acariciando mi apenas prominente vientre.

-¡Lo dices porque tu cuerpo no es el que está cambiando!-

-Cariño...-

-¡Cariño nada!-

Repentinamente las arcadas vuelven a mí, aparto a Alex de mí y corro al baño nuevamente a vomitar.

Cuando me doy cuenta el frontman de los Arctic Monkeys está agachado junto a mí en el suelo, retirando mi propio cabello de mi rostro.

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