Snap out of it.

XX. No más dudas.

Nos besamos por un largo rato, bajo los cálidos rayos del sol mientras las olas del mar nos mecen en un vaivén casi místico. 

Me separo ligeramente de él y contemplo su rostro una vez más.

-Me hubiera gustado que las cosas fueran diferentes.- Menciono en casi un susurro y acto seguido bajo la mirada.

-¿Diferentes cómo?-

Alex también ha bajado el tono de voz.

No se por qué pero una inexplicable melancolía me invade y cientos de pensamientos empiezan a arremolinarse en mi cabeza. 

¿Esto es lo correcto? ¿Es demasiado tarde para cambiar de decisión? ¿Qué hubiera pasado entre Alex y yo si no estuviéramos en esta situación?

-Me hubiera gustado hacer las cosas mejor, si sabes a lo que me refiero.-

-Sonará como un cliché pero, querida, no imagino las cosas de una manera distinta. ¿Por qué tienes tanto miedo, Aly? ¿Qué podría salir mal?-

-¿Por qué tengo miedo? Alex, difícilmente cuido de mí misma y el hecho de pensar en ser responsable de otra persona me aterra. No creo estar lista, soy muy joven. Y todo, TODO, puede salir mal.-

Turner emite una risita.

-¿Qué? No dije nada que fuera divertido.-

-Aly, tengo 33 años y tampoco siento que estoy totalmente listo para algo así pero si es contigo, quiero hacerlo. Velo como una experiencia de aprendizaje en pareja.-

Ahora yo rio.

-Alex, ni siquiera somos una pareja.-

-Pero podemos estar juntos si tú quieres.-

Suspiro mientras lo miro directamente a los ojos.

-¿Por qué dudas tanto? Admito que hice las cosas mal, te he pedido disculpas, me he esforzado mucho, hemos hablado de esto y llegamos a la conclusión de que haré lo que sea para que puedas ver cuánto me importas, bueno, me importan.-

-Tienes razón, ya no quiero dudar, no lo haré. Ahora de lo único que estoy segura es que quiero estar contigo, Alex.-

Me aproximo nuevamente hacia él, se ha quedado mudo de la impresión. Creo que no esperaba escucharme decir eso. De manera casi inmediata me acerco a sus labios y los beso con extrema pasión y entrega. 

No quiero dudar más, no quiero pensar en los peores escenarios posibles ni en predisponerme de que las cosas saldrán mal. Por primera vez en la vida quiero entregarme en cuerpo, corazón y alma a alguien y quiero que ese alguien sea Alexander David Turner.

Nos besamos enérgicamente hasta que se nos corta la respiración.

-¿Eso es un sí?- Pregunta el cantante con una mano en mi cintura y la otra en mi rostro.

-Así es.-

Rozamos nuestros labios una vez más hasta que una enorme ola casi nos derriba. Reímos a carcajadas.

Jugueteamos un rato más en el agua hasta que decidimos salir.

Agarrados de la mano caminamos hacia la playa, donde se encuentran situadas nuestras cosas. Al llegar me siento encima de mi toalla, abrazando mis rodillas, mirando directo al océano y Alex hace lo mismo con la suya, sólo que con las piernas extendidas.

Me invade una paz que hace mucho no sentía, todo esto es tan hermoso y relajante. Me hace recordar lo mucho que amo vivir en California. ¡No puedo pensar en mejor lugar para vivir que aquí, aquí es a donde pertenezco!